Dos mujeres pueden amarse, vivir juntas y ser felices

Estábamos en una de las tantas cafeterías de la universidad. Ese día, la Massiel, me dijo algo que—según ella—debía decirme  antes de llevarme a su casa y presentarme a sus padres. Ya había escuchado yo en nuestros tantos coloquios de compañeros universitarios, que no vivía con su papa, que su mama la había sacado adelante siendo madre soltera, que tenía tres hermanos… 

El arte de mirar hacia adentro

"DREAMS" by Waldir Ruiz

Podría llamarle simplemente introspección, sin embargo, la dificultad de desarrollar este acto me lleva a considerarlo un arte o una especie de disciplina poco frecuente que, si la ejerciéramos, nos ahorraría unos cuantos problemillas: juzgaríamos menos y no condenaríamos tanto. 

Recuerdo haber escuchado, en un spot televisivo de National Geographic, que  el número de amigos de las personas iba en descenso, desde la infancia hasta la vejez, al punto de encontrarse con la abrumadora soledad senil. Yo ya he visto desfilar a unos cuantos “amigos” de mi vida, pero no creo que el asunto se deba a una cuestión estrictamente de edad. Tal vez la culpa sea de ese “mirar hacia afuera” que vamos desarrollando.

Si cada uno de nosotros nos sometiéramos a un constante autoexamen e intentáramos resolver nuestros líos internos, sería mucho más fácil comprender a otros y ayudarnos mutuamente. A menudo me encuentro con religiosos que como “cristianos” en lugar de “sangrar amor”, “brotan odio” y emanan una energía que sólo ellos saben cómo se llama. Aunque también gente nada religiosa.  

Pero no crean, iniciar la disciplina de la introspección no es tan difícil, lo que sucede es que, obviamente, el exterior es más ofuscador, pero yo me he sorprendido de las cosas que he encontrado en mi interior y es entonces cuando viene lo complicado: distinguir nuestra voz entre la polifonía de adentro y el ruido de afuera.

Luego uno sufre y gasta energías en problemas que nunca existieron. Un profesor muy querido y apreciado sostenía que “si un problema tiene solución, para qué preocuparse; y si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.

Mujeres muertas, hombres mudos y periódicos parlantes

Una muerta más y nos quedamos suspensos, así como si sólo se tratara de un filme del que somos espectadores. Esta vez, la noticia nos estremeció, los noticieros no presentaron sangre, pero sí el cadáver cubierto por una sábana (como de costumbre). Los hechos ya los conocemos. El hombre que un día le juró “amor eterno” la mató. Suficiente para que toda una generación reflexione en cómo se nos educó, qué realmente esperamos de la relaciones de pareja y qué hacemos para cambiar esta situación.

Otra vez, la realidad nos exige reflexionar en las normas absurdas de género, en esos ideales construidos socialmente de los “comportamientos adecuados” para hombres y mujeres. Es más que necesario socavar y poner en tela de juicio todo ese sistema de enseñanza tradicional del que hemos sido herederos.

El experimento de tres meses

"OTRA VEZ" by Waldir Ruiz

Julio

Acabamos de llegar a tu casa. Una larga disertación sobre el sistema de gobierno, luego tu cigarro y la propuesta de enseñarme un archivo en la computadora que está en tu cuarto. Me siento en tu cama, con pena, pero no tengo de otra, la única silla de la habitación la ocupás vos y yo no quiero estar de pie.  Platicamos, seguimos platicando, volvemos a platicar: socialismo, orteguismo, Cortázar, tu ciudad, mi pueblo, ella, experimentos sexuales…

Siguiendo esto último, te cuento que soy un recién iniciado. Todavía no me acostumbro al dolor. Te sonríes como deduciéndolo por mis 22 o asombrándote de que haya iniciado tan tarde. Recuerdo a “mi pollito”, blanquito, con su uniforme del Colegio Alemán Nicaragüense… Me sacás de la abstracción contándome que andas experimentando a tus 30. Sin sentirme aludido te veo queriendo saber más. No me dices mucho. Dos minutos de silencio. Te veo hablar como en cámara lenta. La proxémica cambia. Le sigue el beso. Inició el experimento: vos querés besar y yo como ratita blanca cedo. De todos modos sólo querés besar, pienso.

De la universidad,“hacia no sé dónde”

"ESPERANDO" by Waldir Ruiz

Confieso que terminar la universidad puede ser un sueño o una pesadilla. Para mí, pues estrictamente un sueño no ha sido, pero tampoco una surrealista pesadilla. Quienes pasaron esta etapa saben de lo que les hablo. Bueno, es que el asunto no es tan fácil, supongo que toda transición conlleva dolor, miedo, ansiedad, entre otras cosas. Cuando terminé la secundaria fue parecido: recuerdo que tenía 17 años y un rostro que, todavía, guardaba sobras de mi inocencia. En aquel entonces era el miedo a dejar a mis amigos, “cortar el cordón umbilical” definitivamente con mi madre, miedo de la ciudad, pensar en lo que deseaba estudiar etc. Sin embargo, terminar la universidad es otro rollo.

He de admitir que coronar una carrera universitaria en mi paisito podría verse como un privilegio si se conoce que miles de estudiantes que salen de la secundaria no logran ingresar a una universidad. O si se quiere, nada más investiguen cuántos niños se quedan sin ir a la escuela cada año en Nicaragua y se darán cuenta del privilegio que puede significar.

Deben de creer que estoy en la búsqueda interminable del trabajo ideal, no se equivocan, pero la presión me la he puesto yo solito. No culpo a nadie, ni siquiera al presidente. De las tres modalidades para obtener el título de Lic. en Filología y Comunicación tuve que elegir la de monografía (ash!). Una investigación tremenda que me ha demandado conocer de un tema que me encanta (género), pero que requiere mucho dominio teórico… La empecé a mediados del año pasado y a la fecha todavía siento que inicio.

Ahora, sumando los dos elementos de la ecuación tenemos: una monografía que no me permite trabajar, porque si trabajo no la termino y, si no la termino, no obtengo el tan preciado “título” (sin tomar en cuenta que trabajo remunerado no sobra en este país y si me descuido me vuelvo “NiNi”). “Menudo trabajo al que te has metido, pero, vamos chavín, cálmate” me dijo, Rubén, ayer.

Mi cuerpo ha empezado a volverse loco y mis cachetes ya se parecen al cielo estrellado de enero. El acné me ha agravado el estrés o el estrés me ha agravado el acné, no sé quien jodió a quién, pero ambos me volverán loco. El panoxyl, el Retín-A y otra gama de químicos prometen ayudarme, pero como mosca en vaso de agua pataleo para que no me ahogue la situación…

Ya leen qué difícil es la vida de un chavalo que termina la universidad, peor si no tiene el “privilegio” de pertenecer a la Red de jóvenes Comunicadores de la Juventud sandinista: ¡Qué lío!

Nosotros los mediocres [Notas para “entenderme”]

WALDIR RUIZ  by  Marcos Díaz

 No sé por qué, últimamente, para insultarme utilizan la palabra “mediocre”. Para ser más franco, lo ha hecho una persona anónima para referirse a mis escritos en este sitio, en especial, a uno: “Un cronopio visita a Waldir Ruiz”. En reacción aparecen los lectores que gustan leerme y exigen respeto sobre su elección, luego, aparecen otros a los que no les gusto; pero me “observan o me leen críticamente” y me expresan su opinión. Yo, como ya he dicho antes, les doy la bienvenida a todos los comentarios.

Este blog lo concebí como un espacio personal, donde mediante una especie de autoficción comparto pinceladas de mi vida, temas que me interesan y que están relacionados con la realidad, por otra parte, también comparto uno que otro experimento literario que se adapte al formato digital del blog y, sobretodo, a los ciberlectores. En este sentido, me gustaría dejar claro que mi blog no es todo lo que soy, es nada más una parte de mí, representativa, pero sólo una parte. 

Eso que se conoce como “calidad” escritural o literaria de la que me comentan que está en duda, en especial, en el post que mencionaba anteriormente, pues qué les puedo decir, simplemente me respalda el conocimiento pleno de lo que hago, las personas o el público al que quiero llegar, la llama ardiente de seguir haciéndolo y lo mucho que lo disfruto. Puede que mis escritos adolezcan de los fallos propios de mi juventud, pero exprésenme quién es perfecto. 

Simplemente escribo, para algunos lo hago bien, para otros no tan bien. A algunos les gusta cómo escribo, a otros de qué escribo. Todas las opiniones son válidas, pero no se vale desacreditar a alguien porque, simple y sencillamente, no te gusta lo que hace. Me he preparado para hacerlo bien y me seguiré preparando para hacerlo mejor. Dejemos de intentar realizar lo mismo que han hecho otros, aventurémonos a conocer nuevas formas de expresión mediante la escritura, cada escritor vive su tiempo. 

Mediocre denota algo a medias o a la mitad. Mi blog no es la mitad de lo que soy,  ni de mi esfuerzo, ni de mi literatura, es simplemente la reflectáfora de un chavalo como yo. Calle 13 dice: “entren los que quieran” (además les aseguro que cada vez se pondrá más bueno…) (^_^).

Cómo se escapa el tiempo sin verte

"THE SICK ROSE" by Waldir Ruiz

Es imposible no echarte de menos, pero los recuerdos los tengo dentro de un vaso debajo de mi cama. Esta vez no quise conservar los recuerdos a la manera de un cronopio. Dejar los recuerdos sueltos por ahí podía ocasionar dos cosas: o se lastiman ellos bajándose la acera o me lastimo yo viéndolos pasar, encontrándolos desordenados por todos lados. Por ese motivo decidí guardarlos dentro de un vaso debajo de mi cama.  Mirá, intentar guardar los recuerdos en un vaso debajo de mi cama  ha significado una tarea cuesta arriba para mí, vos sabés lo llorón que soy y hasta la fecha he dado con puros recuerdos duros, de esos que te ponen una cara de “no me botés”. Vieras, tremendo chantaje emocional que me han pegado. Creen que guardarlos en un vaso y debajo de mi cama significa echarlos a la basura. ¡Qué tontos!

Los circos de pueblo

Fotografía tomada de paperblog, parte de la campaña "Circos sin animales"

Nunca olvidaré cómo murió y revivió “la muñeca”, una perra  Setter Gordon de mi tía Cande. El circo me trae buenos recuerdos de mi infancia y adolescencia temprana. Yo, en ese entonces, pasaba las vacaciones de fin de año con mi tía en un pueblo de León, Nicaragua.  Era la casa 42 de una pequeña colonia, cerca de ésta había un terreno baldío donde se alojaba el circo que solía llegar durante diciembre.

Desde mi casa se ve el Momotombo

"MOMOTOMBO" by Waldir Ruiz

Dicen que son cosas de viejos, pero yo de vez en cuando detengo el ritmo loco de mi vida, me saco de la cabeza algunas ideas absurdas y contemplo al Momotombo con solo caminar unas cuantas cuadras lejos de mi casa, hacia el norte, hacia el sur, hacia donde sea y desde donde me encuentre—siempre que esté afuera—ahí está el Momotombo. 

Cuando siento que ya no puedo ni conmigo mismo, ahí voy a observar la inmensidad cónica. Pienso: no me gustaría ser el Momotombo, yo apenas llevo algunos recuerdos colgando que me pesan, ahora él, tan grande, tan erguido; pero tan viejo que tiene recuerdos inmemoriales. Cuántas verdades, qué buen testigo sería el Momotombo si de confesar se tratara…  Yo, me conformo con verlo celeste desde lejos, reconociéndole en su serenidad de gigante bonachón algún proverbio originario sobre cómo olvidar,  pero nada…

Desde  afuera de mi casa se puede ver el Momotombo, pero los recuerdos que llevo colgando nada más los veo cuando entro a casa. Si un día decido desacralizar  los recuerdos que llevo colgando, que pesan, haré que con el truco de contarlos, confesarlos, se esfumen livianos.

"MUNDO" by Waldir Ruiz

La comunicación nos hará libre

Imagen de Mafalda tomada de Zapateando2.wordpress.com

 Susana Herrera en su libro “La profesionalización de la ciencia” nos propone una nueva panorámica acerca de los epistemes de la comunicación, sacando a este termino de cualquier teoría cerrada que impida ver la comunicación como lo que realmente es: un fenómeno social  multidisciplinario que está en constante avance y  que evoluciona con la sociedad; por lo tanto, no puede ser visto como una disciplina desarticulada de las demás. En síntesis, propone la profesionalización de la divulgación de la ciencia para construir en base a las experiencias previas e históricas, el campo académico de la comunicación pública de la ciencia.

 Lo que se quiere es informar a todas las personas de los conocimientos que se están gestando y del avance científico, para que nadie se quede relegado o se perjudique por ignorar esta información. De igual manera, alertar acerca de las posibles dificultades o consecuencias que se pueda tener con el mal uso de determinado avance tecnológico o científico, así como los beneficios que se obtienen del mismo.

En vista del auge de los medios tecnológicos de comunicación y la creciente demanda de información, por parte de la sociedad, es importante que existan verdaderos profesionales de la comunicación que sirvan de mediadores o puentes entre el público receptor y quienes crean o gestan nuevos conocimientos de interés social que beneficia a todos.

Estos profesionales deberán tener un conocimiento crítico de la realidad en que se gesta el conocimiento. Respeto al destinatario, así como comprender el modus vivendi de estos, para incidir efectivamente en la sociedad. También, como todo buen comunicador, este profesional deberá dominar el lenguaje (hablar, escuchar, leer y escribir), de modo que éste sea un puente o herramienta, y no una barrera comunicativa entre ambas partes del proceso comunicativo.

Por otra parte, un verdadero comunicador debe tener un perfil humanístico que le permita aplicar valores como la justicia, la libertad, el desarrollo, la democracia, la esperanza y el amor; en su ejercicio como persona activa que contribuye al desarrollo de una nación.

Para terminar, es este un nuevo camino que se bifurca en dos posibilidades para quienes decidimos profesionalizarnos en comunicación: El primero es contribuir al ejercicio amplio, dinámico y verdadero  de comunicación con ética y valores, así como aprovechar este nuevo campo que necesita verdaderos profesionales de la comunicación.

Y el segundo, es encasillarse en que la comunicación sólo se ejerce desde una cabina radial o un estudio de televisión, y frustrarse, cuando la vida misma y la sociedad con los avances tecnológicos demandan cada día más profesionales de la comunicación dispuestos a ejercer una buena función que beneficie y asista al desarrollo de todos, porque es la información la que tiene el poder de frenarnos (si la desconocemos), y liberarnos si tenemos propiedad de ella. 

Emila Persola & Waldir Ruiz: ¿Dónde está Martín?

 Quería regalarle un libro; pero el día que me despedí de él salí tan rápido de mi casa que se me olvidó hasta mi camarita digital que perpetuaría el recuerdo de la despedida. Luego, por muchas razones, sería difícil volver a verlo. En estos momentos Martin Mulligan debe estar muy lejos de Nicaragua. Una ausencia virtual en las redes sociales y un anunciado abandono indefinido a Emila Persola vuelve misterioso el asunto: ¿será que Martin y Emila Persola se divorciaron? ¿Ya no tendrán vida virtual juntos?...ya veremos.

Esta vez no hablaré de cómo nos conocimos, si no de su libro “Blog to Rosario” y lo que representa para la literatura nicaragüense, en especial, para los nuevos escritores. Hay muchísimos académicos que, a pesar del auge de las nuevas tecnologías todavía ven con desdén o no conciben como literatura lo que algunas personas, en algunos casos también egresadas de un sistema educativo tradicional, realizan en espacios virtuales como los blogs.

“Blog to Rosario” el libro de Martin Mulligan publicado bajo el pseudónimo de Emila Persola, ganador de la convocatoria del Centro Nicaragüense Escritores (CNE) 2011 es, pienso yo, el libro que rompe el esquema de publicación: publicación física- publicación virtual, pues él lo gestó de forma pública en la web (como blog) y ahora tiene la oportunidad de tener su versión física. Esto nos demuestra que la literatura nicaragüense además de mantenerse, crece, se adapta y se diversifica con cada generación.

Aunque “Blog to Rosario” está presentado como un libro de “cuentos” me atrevería a decir lo que, seguramente, mi estimado profesor de narrativa creativa, el poeta y narrador, Iván Uriarte diría: “No son cuentos”. El libro de Persola deambula entre el diario íntimo como género literario, la prosa poética, poesía de verso libre, el artículo de opinión y, sin ninguna duda, entre todo esto brilla uno que otro cuento de formato (tradicional) contemporáneo como “La princesa de hule” en la sección “Idearium de un gorrión nervioso”.

Con el matiz íntimo que devela una intraproyección del autor en su infancia y en nuestra patria nos construye la problemática nacional actual en un dramático contexto observado y vivido por una generación de jóvenes que vive con el ajeno recuerdo surrealista de una revolución de los´80 que no vivió, así como la soledad, lo efímero y liante de las relaciones afectivas en una Nicaragua como la de hoy. 

La brevedad con la que están confeccionados los escritos del libro, la naturaleza fragmentaria de un blog y el contexto de las historias contadas lo vuelven fácil de leer. Creo que este libro marca el inicio de una literatura nicaragüense que se está gestando con fuerza en los blogs. Simplemente es genial.

Aprovecho para aclarar que mi blog es una especie de auto-ficción, desde donde opino sobre temas de interés personal relacionados con la realidad nacional o internacional, hago disidencia sexual y un poco de literatura queer. Todos los comentarios son bienvenidos, incluso, los desagradables que hace unos meses vengo recibiendo firmados anónimamente. 

Martín, Emila Persola & Waldir Ruiz quieren que regreses, nuevamente, al mundo virtual…

    Portada del libro de Emila Persola (Martin Mulligan)

Ver más sobre este tema: Educación virtual, nuevo reto en calidad del aprendizaje.

Un día como cualquier otro

"BEAUTIFUL AWAKENING" by Waldir Ruiz

Pudo haber sido un día como cualquier otro, pero lo único que cambió fue el escuchar la voz viril de Rubén saludándome desde el otro lado del mundo por la webcam: “…vamos cariño, no estéis triste que para el próximo fin de año este tío estará allá contigo dándote los besazos que te mando ahora”  me dijo con ese su acento que me hace esbozar sonrisas auténticas.  

Luego de la conversación reflexioné en las reflexiones de años anteriores. Un 31 de diciembre, luego un día como hoy, luego otros días como mañana, hermosos cielos estrellados, noches con frío, atardeceres de lujo, nuevos libros para leer, muchas ideas y de nuevo: la fecha nos sugiere replantearnos muchos deseos, abandonar o hacer posible una que otra meta y lo más importante: la oportunidad de empezar de nuevo. 

Creo que cada fin de año e inicio de uno nuevo no tiene nada más de especial que la oportunidad de que como humanidad cerremos un ciclo para iniciar otro. Una excusa común para que “aprendamos”, “olvidemos” y sigamos hacia donde apetezcamos ir.  El profesor Freddy Quezada decía que si con la historia (o sea los errores del pasado) el ser humano realmente aprendiera “no la seguiríamos cagando tanto”.  Pero qué le vamos hacer, “somos humanos”, llevamos cuenta de la historia sin saber por qué. 

En lo particular, yo creo que no se debería esperar esta fecha para rememorar, reflexionar o intentar cambiar de actitud. No está mal, pero recordemos que siempre hay una nueva hora, un nuevo minuto, un nuevo día: una nueva oportunidad. Cada vez veo más gente preocupada por hacer una serie de rituales alucinantes, por ir a algún lugar del planeta donde su cartera le permita llegar… y todas aquellas cosas, a veces sin importancia, que nos producen dolor de cabeza. 

Para quienes querían saber cómo fue mi navidad y fin de año, pues fue un día como cualquier otro, con la diferencia que estoy trabajando en mi tesis. Yo todo el año y todos los años tengo deseos de nuevas aventuras, tengo muchas ideas, nuevas, renovadas, sueños resemantizados, a veces no quisiera dormir porque siento que pierdo tiempo durmiendo (eso explica mis eventuales ojeras…jejeje). En fin, esto apenas inicia…

Posdata: ¡El blogueo sigue y a echarle ganas a todo!  ^_^