lunes, 30 de abril de 2012

La discriminación duele más en las aulas de clase


Partiendo de que fui testigo de cómo un profesor en cuarto año de comunicación profería información errónea acerca del VIH y sida, y no sólo información equivocada; si no, llena de discriminación, me doy cuenta (sin ser pesimista) que todavía estamos lejos de frenar la enfermedad  y aún más la epidemia de estigma y  discriminación. 

Sin el objetivo de hacer escarnio del desconocimiento del tema por parte del docente o de quien sea, porque tras esta actitud hay una problemática que se puede solucionar, pues la respuesta está en la falta de interés por este tema que nos afecta a todos y en el manejo  adecuado de la información; sin embargo, lo que sí es realmente lamentable es encontrar este tipo de episodios en el aula de clase, donde se supone nos estamos formando para ser factores de cambio en la sociedad.

Después de esto asumí la tarea de preguntarle acerca del mismo tema a algunos docentes a los que tenía facilidad de  acceso y  las respuestas fueron muy heterogéneas. Quizás no diré nada nuevo, pero la información sobre VIH y sida sigue siendo difícilmente asimilada, por lo tanto la discriminación sigue siendo la consecuencia inmediata a la desinformación.

Los profesores deben de tener mucho cuidado con lo que expresan en las aulas de clase,  ya que está demás decir la función social que estos tienen, y que un  profesor que imparte clase en una Universidad diga que “a las personas que tienen VIH deberían de separarlas de las personas sanas,  porque por la saliva y la orina también se transmite la enfermedad”. Es inadmisible; tal afirmación equivale a decir que se debe  separar a las personas por razas porque unas son “superiores” a las otras. Es decir, la idea es tan retrógrada como creer que la tierra es plana.

Por otro lado,  también me encontré con profesores que sí tienen conciencia y conocimiento adecuado de la enfermedad. “Yo no tendría ningún problema en vivir con una persona que tiene VIH,  o si un estudiante mío lo tiene, pues tengo muy clara las formas en que se puede adquirir y sé que con abrazar, saludar o darle apoyo a alguien no se me va a pasar” me expresaba una profesora.

Esto significa que no todo está perdido, la información correcta anda por ahí entre las personas que frecuentamos, lo que sucede es que muchos de nosotros no compartimos la información por diversas razones, sin embargo se deben romper tabúes y tratar de hacer cadenas de información para ayudar a  prevenir  la propagación tanto de la enfermedad como de la estigmatización a las personas con el virus.

Los profesores tienen un lugar privilegiado en el entramado social para moldear maneras de pensar y deben de educar con responsabilidad, respetando el derecho de cada estudiante de pensar y decidir libremente en base a información veraz. Desde mi experiencia como estudiante he presenciado cómo maestros contribuyen a la propagación de ideas desacertadas y arcaicas, así cómo contribuyen a la discriminación entre estudiantes y promueven de forma indirecta el irrespeto a los ideales de los demás enajenando a sus alumnos.

De ninguna manera esta es una diatriba hacia los profesores, ni he hablado de  perfección porque nadie lo es. Sin embargo,  ellos pueden incidir positivamente para frenar la discriminación, así como orientar con información correcta a sus estudiantes para prevenir esta enfermedad que aqueja a toda la humanidad.

Fotografía cortesía de Atzur  (No hay que esperar que sea 1ero de diciembre para hablar de la lucha)

miércoles, 25 de abril de 2012

Lo que es una familia [¿No lo sabe?]

El otro día escuchaba el argumento de los diputados, al manifestar que no quieren reconocer el derecho de equidad ante la ley de las personas no heterosexuales. Hablaban de que el matrimonio era la unión de un hombre y una mujer y, definían familia, basados en la historia natural: conjunto de ascendientes, descendientes, colaterales y afines de un linaje.

 No fueron estas sus palabras; pero esta es mi interpretación. No estoy en desacuerdo a su definición, simplemente añadiría que familia son todos aquellos con quienes uno desarrolla un vínculo afectivo y decide compartir  su vida, estén o no estén ligados por consanguinidad. En pocas palabras y a la manera de Jesucristo [¡sin pretender sonar religioso!] son todos aquellos que nos aman y a quienes amamos.

Ahora, otra cosa es que  el asunto se torna difícil cuando a quienes amamos  o consideramos nuestra familia no son quienes nuestra sociedad espera que sean. Si revisamos el concepto puro y original de lo que significa contrato social en el pensamiento de Rousseau  [estaré hablando muy seguido de él]: "Encontrar una forma de asociación que defienda y proteja con toda la fuerza común a la persona y los bienes de cada asociado y por la cual cada uno, al unirse a todos, no obedezca sin embargo más que a sí mismo y permanezca tan libre como antes" (cit. de Monique Wittig). En este sentido, tenemos claro que ese contrato social del que habla Rousseau es ideal. Porque nuestra política, nuestro derecho, nuestras leyes se basan en un contrato social donde estamos más atados que libres. Más inequidad que equidad. 

Por otra parte, nada más digo, cuando uno es diputado, legislador, presidente y/o servidor público, uno [ha de] ver el pueblo sin lentillas de prejuicios. Una vez me dijo alguien que quiero mucho: “con tus lentes viejos nunca podrás ver las estrellas que están escondidas, pero si los cambias o quizá miras a través de un telescopio, la encontrarás” [No interpretar literalmente xD! jeje]. Cuánta significación ha cobrado esa frase para mí. 


sábado, 21 de abril de 2012

Los niños no juegan con muñecas


Niños jugando tierra en el mercado "Israel Lewites", Managua/Fotografía by Waldir Ruiz
“¡Los niños no juegan con muñecas!”  “¡Llorón, pareces mujercita!”  “¡Los hombres no lloran!” “¡Hágase hombre con esa mujer!” “¡Los hombres no cocinan, ni lavan ropa!”  “¡Usted es hombre, puede estar con las mujeres que quiera!” “Es normal que los hombres sean infieles”

miércoles, 18 de abril de 2012

"Tenue rumor de túnicas que pasan"


"Something you don´t like" by Waldir Ruiz (Day 17 photoadayApril)
El poema “Tenue rumor de túnicas que pasan” del poeta español Antonio Machado lleva como contenido esencial el dolor que pesa tras la pérdida de un ser querido y la tristeza profunda que provoca en el ser humano que vive esta situación cuando se expone ante un momento que lo hace rememorar el día en que se llevó a cabo el sepulcro.
Cabe señalar que el recuerdo desempeña un papel muy importante dentro de la producción poética de Machado y en este poema no es la excepción, pues los elementos rememorativos para el “yo lírico” que experimenta un sentimiento de tristeza, desolación y duelo son el “Tenue rumor de túnicas que pasan…” y las campanas de la iglesia que suenan y le provocan llanto al recordar—quizá—la ausencia de ese ser perdido.
En este sentido, podemos decir que ha basado la escritura de este poema en le vivencia de la pérdida de un ser querido o muy cercano familiarmente a él, y lo recuerda con el trinar de las campanas y la procesión que pasa por la calle, es decir, el ritual religioso evoca en él todos esos sentimientos lúgubres relacionados con la vivencia ya mencionada.
La actitud psíquica que tiene el “yo lírico” hacia el sujeto lírico es afectiva, también transmite en todo el poema una aceptación dolorosa ante la muerte (inherente al ser humano), sin embargo no todo es desolación porque en la última estrofa del poema deja entrever que a pesar de la muerte o pérdida de alguien la vida sigue y aguarda en sí misma la ilusión de seguir adelante.
Este autor parte de esos elementos externos como el ritual religioso que va a pasar por la calle y el sonar de las campanas, entre otros, para manifestar cómo se va sintiendo por dentro (el “yo lírico”) y así los elementos como “ascuas mortecinas”, “los blancos fantasmas lares” etc. van connotando su estado de ánimo durante todo el poema.
De manera que, utiliza adjetivaciones sencillas como “infértil tierra”, “blancos fantasmas”, metáforas como “lágrimas sonoras”, sinécdoque como “las túnicas que pasan” para hacer alusión al cortejo fúnebre o ritual de los sacerdotes y la personificación de las “campanas sueñan” destacando al elemento sonoro que produce en él ese oscuro recuerdo de duelo y dolor que le pesa en su alma.
 
Tenue rumor de túnicas que pasan
¡Tenue rumor de túnicas que pasan
Antonio Machado/Fotografía cortesía de ELESPECTADOR.COM
sobre la infértil tierra!
¡Y lágrimas sonoras
de las campanas viejas!
Las ascuas mortecinas
del horizonte humean…
Blancos fantasmas lares
Van encendiendo estrellas.
--Abre el balcón. La hora
De una ilusión se acerca…
La tarde se ha dormido
y las campanas sueñan.
Antonio Machado (1875-1939)
Poemario: "Soledades" (1899-1907)

miércoles, 11 de abril de 2012

La identidad en la Utopía


Hace unos meses publiqué en mi muro de facebook: “Entre la persona que pienso que soy, lo que los demás creen que soy y lo que me gustaría ser hay una diametral diferencia que bien podría hablarse de tres Waldir…” creo que por ahí andaba la cosa. Yo lo hacía parafraseando lo que un día Oscar Wilde dijo de lo que representaban en su vida los tres personajes principales (Dorian, Henry y Basil) de su aclamada novela: “Elretrato de Dorian Gray”.
 
En días anteriores, mientras yacía muerto del calor y el aburrimiento junto a una amiga bajo la sombra de un copioso árbol empecé a escuchar la música que ésta andaba en su celular y entre una y otra canción salió una de la mexicana Belinda (¿Qué es esto? me dije). Pero, a fin de matar el tiempo en lugar de cambiarla, decidí escucharla: ¿Y quién hay? ¿Y quién hay? Sólo un rumor, sólo una voz… sólo Dios sabe quién soy. Más o menos por ahí andaba el estribillo.  La canción se llama Utopía y le da nombre al segundo disco de estudio de la joven cantante. “Pero alto, no vayáis a creer que os vengo a hablar de música” (…jejeje así diría alguien por ahí). El asunto es que la identidad se nos plantea en la vida como un enorme lío que hay que resolver y una realidad con la que debemos de vivir.

¿Quién soy yo?, mmm… bueno, déjenme pensar… yo pienso que soy un joven recién adulto, de temperamento inestable, a veces rebelde, a veces sumiso, que se hace un ocho con facilidad, a veces inteligente, a veces tonto, no sé, tal vez sería más fácil decir que soy nicaragüense, por ende, tercermundista y subalterno… 

Cuánto lío. En este sentido, muchas veces nuestra identidad está definida por la existencia de Otro, los Otros. Si soy negro, es porque existe un blanco. Si soy pobre, es porque se supone la existencia de alguien que no lo es… Sin embargo, la identidad en la utopía es lo que nosotros deseamos ser: ese estado ideal que supone su propia inexistencia. Hay quienes afirman que uno es lo que los demás piensan que somos; pero la identidad en la utopía adquiere un valor contextual: “esto soy”; pero “seré esto”. La canción me ayudó a llegar a la conclusión de que sean los Otros quienes nos asignen lo que somos o sea Dios como un ser “no tangible”, por tanto, utópico en su connotación ideal: nuestra reafirmación identitaria siempre está condicionada por los Otros (agentes externos a nosotros), entonces, he comprendido el éxito de este bochornoso sistema social opresor… 


jueves, 5 de abril de 2012

Dicen que es una condición de la juventud


Dibujo by Waldir Ruiz
El otro día, un curioso por ahí me preguntaba si mi mama o mi papa leían las entradas de este blog o los artículos de mi autoría que se publican en El Nuevo Diario. Yo le contesté que no sabía porque mi familia y yo no hablamos de mi vida pública (…jejeje); pero le aclaraba que mi familia era un tanto conservadora y que, pues claro, no esperarán que todos ellos piensen como yo…
Un día de la semana pasada, mientras yacía entre dormido y despierto en mi cama, como a eso de las ocho de la mañana escuché por pura cosa del destino una conversación entre mi mama, mi papa y una amiga de mi mama que llegó de visita. Hablaban a voz alta y en mi casa hubo un silencio matutino que me permitió llevar el sentido de la conversación, aún en mi estado somnoliento. Seguí la conversación justamente cuando mi mama le decía a su amiga: “es normal en su edad, luego se le va a pasar, madurará, tiene que ver que la vida es más que escribir un artículo, tomar fotos o trasnocharse…”  
Me quedé en la cama “reflexionando” en que nunca me había planteado lo que hago como algo a corto plazo o siquiera como un proceso transitorio. Entonces, yo monologaba: “Bueno, todo termina algún día, ahora yo, imaginate, yo que soy cualquier boludo… (Jeje). No hombre, estarme exponiendo por puro gas, que me estén putiando y, además, en un mundito como este expresarse no sirve de nada e importa muy poco, a la gente le gusta oír sólo lo que endulza sus oídos o reafirma sus ideales…” Bueno, y desde la semana pasada vengo librando las de San Quintín conmigo mismo.
 Si hay algo que me gusta hacer es comunicarme—escribir-- y naufragar en internet…jeje. Así que, por ahora voy coleccionando fotografías, escribiendo lo que veo, siento y pienso;  y buscando a alguien que me lleve a volar en un globo aerostático, que tenga una boca con agradable olor y sabor a frutas (¡no se valen los chicles! Jeje…) y que se quede conmigo, al menos, hasta la luz del alba…
Dibujo by Waldir Ruiz (Que no les de miedo volar xD!)