Niños jugando tierra en el mercado "Israel Lewites", Managua/Fotografía by Waldir Ruiz |
“¡Los niños no juegan con muñecas!” “¡Llorón, pareces mujercita!” “¡Los hombres no lloran!” “¡Hágase hombre con
esa mujer!” “¡Los hombres no cocinan, ni lavan ropa!” “¡Usted es hombre, puede estar con las mujeres
que quiera!” “Es normal que los hombres sean infieles”
¿Cuántas veces hemos escuchado estas palabras? Creo que han formado
parte de la filosofía de muchas familias nicaragüenses a lo largo de los
tiempos, son la muestra de la herencia de una cultura patriarcal de la cual hay
que despojarnos para poder crecer como verdaderos seres humanos, porque
considero que, a pesar de muchas consecuencias no hemos comprendido el enorme
impacto o grado de afectación que puede llegar a tener esta educación machista
y discriminatoria sobre mujeres y hombres.
Uno de los grandes problemas es el desaliento a una paternidad
responsable, de modo que muchos hombres desde niños recibimos este tipo de
educación machista en los distintos espacios de socialización, tanto en la
escuela como en nuestros hogares, pues a los niños no se les permite jugar al
rol de padres, mientras que a las mujeres se les estimula desde niñas que sean
madres y principales responsables de los hijos a través del juego con muñecos.
Mientras a los niños se les
obsequia pistolitas de juguete y se les prohíbe jugar a padres, a las niñas les
abundan los juguetes relacionados con la maternidad; de esta manera, a los
hombres se nos aleja de nuestra capacidad de expresión afectiva y de nuestros
deberes familiares, impactando directamente en la unidad familiar y las
relaciones de pareja, padre-hijo y padre-hija.
Desde la concepción patriarcal los hombres nunca deben de mostrar sus
sentimientos, por tal razón muchos niños crecen con privaciones afectivas que
luego repercutirán de forma negativa en su futuro. En este sentido, muchos
padres no abrazan, besan o acarician a sus hijos varones por la errónea idea
machista de que si lo hacen “será un chavalo débil o afeminado”, provocando la
represión de los sentimientos y el distanciamiento de los hijos con su papá. Es
así como se cierran las vías de la comunicación afectiva y la resolución de
problemas mediante el diálogo, dando lugar a otras conductas perjudiciales como
el aislamiento y, en el peor de los casos, la violencia verbal y física.
He tenido la oportunidad de conversar con muchas personas que nunca han
visto llorar a sus padres o que nunca su papá les ha expresado verbalmente que
los quiere y jamás han recibido un beso en la mejía por parte de ellos. De igual
manera he conocido gente que fueron abandonados por su papá y nunca les han
visto, estos son sólo algunos ejemplos de las consecuencias del machismo.
Muchos hombres sienten la presión social de iniciar su vida sexual aún
siendo adolescentes sólo por “probar su hombría” ante su padre, un grupo de
amigos y demás familiares, sin meditar las consecuencias que estas puedan
tener, permitiendo que estas personas violenten su derecho a decidir con quién,
cuándo y dónde empezar a disfrutar de su sexualidad con responsabilidad.
Los roles de género intrínsecamente designados por un pensamiento
machista debemos de sacarlos lo más pronto posible de nuestras vidas, pues no
nos permite que nuestra sociedad avance. El machismo ha condenado a muchas
mujeres a una vida de esclava al lado de un hombre que por temor a expresar sus
sentimientos a través del diálogo, las ha maltratado físicamente y verbalmente
de por vida.
Las mentalidades que reducen el rol masculino a actividades en las que
no se desarrolla el espíritu, los sentimientos y la calidad humana, están a
años luz del desarrollo cultural y humano, y son quienes no permiten que una
nación avance, pues tanto hombres como mujeres, tenemos la capacidad de dar y
recibir afecto.
Mi propuesta silenciosa contra el machismo
ResponderEliminar¿Eres virgen? - no te interesa la verdad, si lo soy que, ¿me hace vales mas?, y si no soy que, te interesa acaso.
¿Sos marica? - no te interesa la verdad, es mi vida no la tuya
¿Vos sos hombre? - si te refieres a que si tengo genitales masculinos si, si te refieres a que si soy machista, no, si te refieres a que si soy hombre, si,
Hay que denunciar, luchar, muerte al machismo...
También creo que muchos de los problemas de la sociedad se deben al machismo, no solo en tu país sino en toda América Latina y muchas otras partes del mundo. Y también considero que se combate con acciones concretas, contundentes, promoviendo la igualdad de géneros en todas las situaciones posibles (sin irse al extremo) y señalando actitudes y posturas machistas de otras personas, sobre todo de personajes públicos. Lo que a veces sí me da mucha tristeza y mucho coraje, es que hasta en la comunidad LGBT+, supuestamente respetuosa y abierta, el machismo se reproduce invariablemente en la clasificación de gays y lesbianas, cuando a alguien lo menosprecian por "ser obvio", cuando se asocia al activo con el dominante y al pasivo con el dominado... Es un mal terrible, de verdad. Pero se puede erradicar, claro que sí.
ResponderEliminarAbrazos.