miércoles, 12 de agosto de 2015

Con Nicola Costantino y su doble frente al televisor



Esta tarde me paseaba con Cony de regreso a casa. Veníamos de Ciudad Universitaria y bajábamos desde Plaza España, cruzando casi “prodigiosamente” por los pasos zebras o peatonales que ningún conductor respeta, cuando nos topamos con el enorme Palacio Ferreyra o también conocido como el Museo Superior de Bellas Artes Evita. Una hermosa Mansión de estilo francés principios del siglo XX que siempre había llamado nuestra atención pero a la que nunca habíamos accedido porque siempre que pasábamos estaba cerrada. ¡Pero esta vez estaba abierta! Entonces nos apresuramos a entrar mientras el personal muy amable nos invitaba a pasar y nos advertían que cerraban a las 8:00. Fuimos caminando y deteniéndonos en el primer piso entre asombro y emoción. Hermosa arquitectura y raras y llamativas esculturas… Mis ojos vagaron sin detenerse en ninguna obra particular hasta que subimos al segundo piso y me paralicé al ver la fotografía de Nicola Costantino y su doble frente al televisor. Entre una especie de asombro, admiración y miedo intentaba comprender lo que había querido comunicar… veía al niño, veía su foto, veía lo sombrío de la imagen y no dejaba de preguntarme qué habría querido decir. Entre un flash y otro que la Cony me tiraba se nos fue el tiempo. Y yo regresé a casa prendado de esta maravillosa artista. 

lunes, 10 de agosto de 2015

Que me quiera, pero no tanto.



Contsanza Marchant/Fotografía by Flor Velásquez
“...the way poetry moves, and moves, is a truly beautiful thing.”
- Della Hicks-Wilson

Pienso en algo que una vez leí que dijera la Gioconda Belli, en que la poesía buena nos enseña a vivir, nos enseña la belleza y la miseria de la experiencia humana. Nos enseña que no estamos solos. Y me quedo con eso último: no estamos solos. Y así, como si nada, en uno de mis solitarios y a la vez repletos días en Córdoba, Argentina me encontré con la Cony (como le decimos de cariño). Mi queridísima amiga Constanza Marchant. Y desde entonces, no he estado nunca más solo. La poesía, las alusiones, los helados y el revoloteo en la biblioteca son apenas descripciones vagas de lo que va siendo esta gran amistad.

sábado, 8 de agosto de 2015

Sociología del amor



Reductos de realidad dentro de mí,
locus de control que hace que todo
parezca producto del azar.
Una enorme suerte:
Encontrar pedazos de vos cada mañana
en esta o cualquier otra raída bufanda.
Soy un productor endémico
de zonas limitadas de significados.
Mi concepto del espacio no puede
transmitirse lingüísticamente.
Mi “aquí y ahora” y el tuyo gravitan
juntos continuamente uno sobre otro,
otro sobre mí, otro sobre vos,
tocándonos mientras nos reducimos.