jueves, 24 de agosto de 2017

Manchas en la cama




Hernán me propone un juego, me pide que elija una palabra.  Yo me apuro a decir “pija” entre risas. Me dice que no puede ser esa palabra, mientras me da a beber cerveza del pico de la botella. Che, qué bonita tu piel, qué suavecita. Yo me apuro de nuevo a decir “cabeza” y él asiente indicándome que está bien, entonces, me explica que tengo que decir “cabeza” cada vez que no aguante en caso de que me esté doliendo mucho. Yo acepto.