martes, 27 de septiembre de 2022

Cloro en calzoncillos nuevos

Cloro en calzoncillos nuevos
en esta ciudad de ropa usada
de platos de plástico
en las orillas de la carretera
de líderes reciclados 
y personalidades embalsamadas 
sobre ideas en desuso 
que repiten como dogmas 

jueves, 30 de junio de 2022

Perdido en las páginas de un diario de viaje


En el living del hostel hay un francés, un alemán y un argentino que parecen haber llegado muchas semanas antes que yo, pues están compartiendo entre risas una cena y un vino. Hablan español y se ríen mucho. Yo todavía con la ropa del viaje me dispongo a buscar dónde llega la señal más fuerte del router acercándome a la sala, para avisar que estoy vivo, (que no es lo mismo que estar bien, me digo sarcástico). Pienso en lo agotador que es andar con maletas pesadas, porque todavía no aprendo a que no se viaja acumulando recuerdos con pruebas materiales. Viajar al final es dar y recibir algo que no te puedes esconder en una maleta.

domingo, 12 de junio de 2022

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 Eucalíptos llameantes

doblándose por la lluvia de mayo

aferrados a la tierra envenenada

de agroquímicos como nosotros nos

aferramos a una existencia

 de palabras inútiles y ruido

Vivir en sueños rancios de quien pensó

que un buen hombre coge con putas

y va misa con su mujer los domingos

viernes, 20 de mayo de 2022

Monty


 

El suicidio más largo de la historia

no fue el de Montgomery Clift

           esa noche de mi cumpleaños veintisiete

            toda locura toda risa

            temía mucho por mí

            que aquellos champagne

            que aquel espumante

            que esa noche nunca hubiera pasado

            reclamaba mi crédito

            mi único derecho a equivocarme

            toda una vida de silencio

            sin respirar

                              escondido

            tratando de caminar en línea recta

            sobre la senda trazada

            pero un momento

            una toma de confianza

            exceso o ausencia de fe

            viendo la exhumación de la libertad

            un instante de liberación

domingo, 3 de abril de 2022

cuentos de la prensa rosa


Cuentan que Gustavo Cerati y Amy Winehouse murieron por excesos. Sé a qué se refiere la cultura popular cuando habla de excesos, en especial, con todo aquello relacionado a una vida hedonista que se te va de las manos cruzando los límites de una supuesta frontera entre la vida y la muerte, hallando dramáticamente esta última.

Lo cierto es que todos, sin excepción, vamos a morir, nada nuevo estoy diciendo, pero todos estamos obsesionados, más o menos, en vivir más y llegar bien a la vejez, algo absolutamente normal y comprensible como aspiración. ¿Pero qué hay de la gente que simplemente decide vivir y asumir las consecuencias?

Esta gente que decide vivir y asumir las consecuencias puede que pertenezcan a esa tribu de personas a las que probablemente pertenecía Gustavo y Amy. Solo viene a mi mente el recuerdo de un señor diabético con el que compartí sala en el hospital cuando me rompí el húmero. “Dame más café, por favor” le pedía a su hija que se negaba a darle, porque lo tenía contraindicado y se estaba pasando de mimos en dejarle probar una taza. Yo sólo pensaba en que le habían cortado el dedo gordo del pie y, aún así, no renunciaba a ese shot de vida que le daba el café. ¿Valiente? No sé. Pero ese señor había decidido vivir y asumir las consecuencias sin disculpas.

viernes, 1 de abril de 2022

El acto de defender en público a una mujer negra (Caso Jada Pinksket-Smith, Will Smith y Chris Rock)

 


Desde que soy más consciente de la causa antirracista me doy cuenta que una visión túnel de género desde el feminismo (blanco) puede volverse en un sesgo que desestime a otras mujeres desde otros ejes de opresión como el racismo. Hoy más que nunca las situaciones y la realidad misma exigen que si nos dirigimos a cambios culturales y a verdaderas transformaciones, lo hagamos considerando todos los costados desde donde nos paramos a ver. La interseccionalidad es una herramienta que no podemos dejar guardada para después.

No se trata de justificar, a esta altura del camino sabemos que la violencia no es la respuesta a nada como bien deja claro la feminista cubana Yarlenys M. Malfrán en su columna, no podemos equiparar a la violencia que ataca nunca contra la violencia que defiende. Simplemente no hay punto de comparación y ante un ataque violento y misógino en términos simbólicos no podemos exigirles a las personas agredidas una respuesta emocional menos violenta o pacífica, es simplemente deshumanizante pedir compostura y paz cuando no se tratan de tus sentimientos y menos en nombre de una supuesta moral o el código de comportamiento de un evento que pertenece a una industria históricamente racista y misógina por excelencia.