lunes, 28 de noviembre de 2011

Erotismo Musical


"La bailarina" (1925), pintura de Joan Miró

La simbología sensual de “bailarina” de 1925 la encontramos en los  elementos más llamativos dentro de esta pintura: el color rojo y azul; el corazón y el fondo, y, sin ninguna duda, la araña y la luna. El corazón rojo simboliza la pasión, el fuego amoroso, el deseo carnal, pues a quién no le gusta una boca roja casi comestible; sin embargo en la pintura este elemento  está ubicado estratégicamente en lo que vendría a ser las caderas de la bailarina, donde está ubicado su sexo. El lugar específico de la feminidad, donde albergan todo el amor erótico, donde acogen a su pareja y lo que las hace dominar.

Por otro lado, está el color azul que ocupa el fondo. En este cuadro es utilizado para contrastar con la fogosidad  erótica que representa el color rojo, pues el azul representa lo frio, lo ilusorio , así que desde una perspectiva de contrastes puede  significar el fuego de la pasión por encima de la frialdad , la impotencia y la frigidez femenina .Y en otro sentido más unificador, son las pasiones que flotan en un inmenso mar de sueños , fantasías e ilusiones-unas  veces lícitas otras ilícitas-, pero todas  deliciosamente existentes  y provocativas en nuestro ser. Así Joan Miró consigue plasmarlo magistralmente.

Otro elemento en el cuadro que no podemos dejar pasar es la araña (que simboliza la absorción del ser por su propio centro) que pende de un hilo queda justo en la base del corazón rojo, su hilo parte de la luna (reina de la noche, del amor  nocturno) que sería la cabeza de la bailarina, éste a su vez encaja formando un tallo que aludiría al cuerpo.

El ya mencionado corazón  rojo sería las rítmicas caderas de la bailarina y la araña acentúa el sentido del sexo, pues los dos trazos que siguen serían las piernas abiertas que avanzan  misteriosamente hacia el trazo perpendicular, muy referente a un erguido falo, ubicado en el lado derecho  del cuadro que es rodeado  por una serpentina  que connota, movimiento, ritmo; en sí, música. En términos concluyentes podemos expresar  que Joan Miró nos plasmó una danza llena de sensualidad, de carga amorosa, donde la mujer seduce rítmicamente al varón. Una danza erótica llena de mucha diversión, pasión, fantasías y deseos.

domingo, 27 de noviembre de 2011

Otro cuento sobre el gatito


"Gato de Cheschire" personaje de "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carroll

... inicié viendo al minino de Cheschire, ¿Lo conocés?, es ese de aquel cuento inglés, estaba completitito, pero luego caí en cuenta que era él, el otro, me dijo su nombre, me estrechó la mano y caminamos un rato… intenté agradarle, me agradaba, era suave su trato, aunque ¿ya sabés lo que pasa cuando me conocen?
--¿Lo mismo que atrae a las personas hacia vos, es lo mismo que los aleja?—
--Si, eso creo.--
--¿Entonces?—

miércoles, 23 de noviembre de 2011

[+Palabras desde ningún lugar 0:37 AM +]



"TRES LUCES" by Waldir Ruiz
Los días en que uno finaliza “metas”, cumplimos años o, básicamente, se cierra el ciclo de algo, vienen a nuestra mente como película en sepia hasta el más fútil  de los “recuerdos”, de lo que hemos hecho, de lo que hemos “olvidado”. Hoy me vinieron, por ejemplo, estas palabras desde “no sé qué lugar”.

lunes, 21 de noviembre de 2011

Todos los imperios caen


Imagen de la estatua de la Libertad tomada de turismito.com

De las diez tesis sobre América Latina que plantea el profesor Freddy Quezada en su primer libro “El pensamiento contemporáneo”, la décima me parece la más visionaria o vaticinadora de todas.  Quezada esboza que la migración latinoamericana hará caer a la cultura anglosajona, básicamente establece brevemente (a ojos de mi interpretación) una analogía histórica entre la caída del imperio Romano y la probable caída del imperio gringo

domingo, 20 de noviembre de 2011

Alma que perece ante un mundo frívolo: El artista

"La Maja desnuda" pintura de Francisco de Goya


 A la memoria de Francisco Ruiz Udiel

 
¿Qué es un artista? Definir a un artista sería reducirlo a simples palabras y;  aún,  alguien que domina el arte de la palabra no lograría describirlo, menos si ese artista se llama Francisco de Goya. Sin embargo, puedo decir que un artista no es un alma perfecta, ni el ser humano con las medidas exactas, ni el hombre o mujer más rico, no. Un alma y un cuerpo imperfecto, pero especial, unas manos y una mente capaz de crear un mundo, una obra superior al hombre mismo: eso es, a mi juicio, un artista como Goya.

“...el arte no viste pantalones, ni habla burgués, ni pone puntos en todas las íes! El es augusto, tiene mantos de oro, o de llamas, o anda desnudo, y amasa la greda con fiebre, y pinta con luz, y es opulento, y da golpes de ala como las águilas, o zarpazos como los leones....entre un Apolo y un ganso, preferid el Apolo, aunque el uno sea de tierra cocida y el otro de marfil” (Rubén Darío, “El Rey Burgués”)

Si decidiéramos escoger a cuatro artistas de todos los tiempos, y escudriñar sus vidas nos encontraríamos con el hallazgo de que el esplendor de sus obras brilla por encima de cualquier imperfección humana que hayan tenido sus vidas.  Pero, ¿cuál ha sido la situación de estos artistas?

El artista ha sido tratado desde antaño como objeto efímero de adorno, como cualquier decorador o como creador de entretenimiento vacío. Y cuando se logra (tardíamente) reconocer el  verdadero valor de la obra de un artista, éste-quizá- ha muerto, o lo hacen de manera egoísta para exaltar, con él y su obra, su respectiva nacionalidad. Bien los españoles dirán ahora orgullosamente los nombres de sus escritores y pintores, entre ellos Goya. O nosotros los nicaragüenses ostentaremos ser de la tierra del Príncipe de las Letras Castellanas; o en el peor de los casos se declara a los artistas símbolos de partidos políticos  o los utilizan como instrumento ideológico para atraer masas.

En la película “Los fantasmas de Goya”, del director  Milos Forman se aprecian pasajes de la vida de este genial pintor, en los que se considera la difícil vida de este artista, donde su valioso arte era mercancía, adorno de palacios, por la simple necesidad de querer llevar pan a su boca, por poseer el talante de crear auténticas obras de arte, por retratar a reyes caprichosos con todo su derroche y despliego.

La vida de Francisco de Goya es el ejemplo histórico de la opresión a la que son sometidos los artistas, donde la voz humana no alcanza gritar a los vientos las injusticias, sin embargo, su arte simbólicamente denuncia los entramados sociales perjudiciales en los que vive, donde hay quienes se condenan al exilio o seden ante la petición de autoridades, presidentes, reyes etc.

En 1789, Goya fue nombrado pintor de cámara por Carlos IV, y en 1799 ascendió a primer pintor de cámara, esta decisión lo convirtió en el pintor oficial del palacio. Por tal razón, el museo de prado heredó gran parte de sus obras, sobre todo, los retratos y sus cuadros históricos.

 Lo positivo de que fuera un pintor de la corte es que su producción artística en gran parte se conservó. Pero desde otro punto de vista, Goya fue uno de los artistas, que como muchos otros, se vio en la necesidad de prostituir su arte; cabe aclarar que esto no suma ni resta mérito a la labor artística de él, sin embargo, este valioso dato de su vida nos revela que estuvo bajo la opresión de reyes que lo más seguro es que-quizá- tuvieran una visión superficial de lo que era su arte.
“.....pieza de música por pedazo de pan. Nada de jerigonzas, ni ideales...”   
(“El Rey Burgués” Rubén Darío)

El pintor español se ve en este periodo de su vida obligado, prácticamente, a vender su arte a las excentricidades de la corte, a trabajar para ellos y a ganarse el pan de cada día a pinceladas. La película ilustra magistralmente esta etapa, logrando que observemos a un Francisco de Goya necesitado, un tanto indefenso por su sordera, con el único “privilegio” que servir al rey y a la reyna, pero cuando necesitaba un favor de la corona no era escuchado. De tal manera vemos cómo era tratado. Su lugar estaba en un taller, casi bodega, donde realizaba sus creaciones.

La vida de Goya se vio marcada por el oscurantismo de la época dirigido por el ya símbolo de las cadenas ideológicas: La iglesia católica, que con su manera de imponer patrones de conducta juzgaban y causaban mella en la vida del artista, asimismo, las guerras por el poder y toda esa atmósfera de tensión. Esto es notorio en los cuadros históricos de Goya,  que contienen toda una denuncia social a la crueldad humana, que trasciende la representación patriótica o heroica condensada de manera pictórica y con toda la elegancia y belleza que lo caracterizaba.

Por otra parte, en el filme se nos detalla el caso ficticio de la joven musa que viviría eternamente en la mente del pintor cuyo amor nunca fue declarado y que  las mismas circunstancias los separaron. En esta parte de la trama vemos cómo el artista sufre por la impotencia de no poder ayudar a alguien que lo necesita.

Para concluir, alegaría que los artistas no han tenido el lugar que realmente se merecen en nuestra sociedad, por el contrario, son señalados de ridículos y utilizados cuando es necesario, por intereses políticos o económicos, o simplemente se sirven de su talento. Así lo evidenciamos en el caso de Goya.

Con Francisco de Goya también compruebo que solamente en las sociedades donde el artista es tenido en estima y en las que su nombre va unido a la obra que se produce, independientemente de las razones, puede desarrollarse una verdadera apreciación del arte, sin embargo las condiciones y el trato que se les da a los artistas en distintas sociedades ha sido relativo; pues existen sociedades con cuya historia estamos íntimamente familiarizados donde a los artistas se les ultraja o no se dan a conocer sus obras.

“Y cuando cayó la nieve se olvidaron de él, el rey y sus vasallos; a los pájaros se les abrigó, y a él se le dejó al aire glacial que le mordía las carnes y le azotaba el rostro.” (Rubén Darío “El Rey Burgués”)

Con el pasar del tiempo, Goya, naturalmente, se fue deteriorando, murió y desde 1828 a 1899, es decir setenta y un años, sus restos permanecieron en el cementerio del Chartreuse de Burdeos, en una cripta en ruinas sin que nadie se preocupara por ellos. Aunque después de este tiempo los restos fueron trasladados a su patria: España.

Es esta la situación de todos los artistas, el mérito se lo rinden, en su mayoría, hasta que mueren. Ya tarde. Ya para nada.
“Cuánto calienta el alma una frase, un apretón de manos a tiempo” (Rubén Darío, “El Rey Burgués”)


Francisco de Goya

martes, 15 de noviembre de 2011

Fotograma 7: Una rosa para David


"Cosas" by Waldir Ruiz

No es difícil comprender lo que me hizo llegar hasta estos extremos simplemente la libertad que concebí terminó siendo lo que no soporté ahora ya no hay nada está ahí acostado  ya nunca se va a levantar al menos eso creo tengo miedo no sé qué decirles cuando me pregunten aunque en realidad lo que me da miedo es la posibilidad de que me crean o no  lo que les diga bueno ese es otro asunto  me gustaba o me gusta no sé  fue un tiempo muy intenso y lleno de remordimientos  siempre luchando contra algo que al fin y al cabo pasó debería salir corriendo correr correr correr  llegar a un sitio donde ya no pudiera recordar nada donde nada sea referente de nada donde    no sé dónde   estoy pensando estupideces   quizá deba ir por algo si es cierto no mejor espero que llegue la mañana   voy al patio de aquí cerca   he visto muchas    pensar que esta fue la única forma de matar literalmente el amor que siento por él ay maldita palabra amor  amor  abstracta e idiota tan estúpida que ni siquiera puede haber un conjunto rasgos definitorios  yo pretendía vivirlo  así como eso que tácitamente nos planteamos  pero no pude  bien dicen que una mujer celosa nunca te la hace fácil  bueno  yo no entro en esa casilla o a lo mejor si  lo soy   está ahí frío  sus manos ya no cogerán las mías ni se despedirán como acostumbra tomando las mías cubriéndolas en un gesto cálido cariñoso  como la primera vez que hizo eso  ese gesto fue el ancla que puso en mí o a lo mejor   ya ni más   mejor no recuerdo  lo que intento es ponerle un punto final a toda esta basura que me permití construir a sabiendas que no debía no tenía el derecho  ya sé  en la mañana me levantaré y pegaré muchos gritos  lloraré lo expulsaré de mi cuerpo llorando luego seguramente me arrepentiré  dicen que la mentira que mucho se repite se convierte en realidad y es mejor que empiece a trabajar en eso yo no fui fue él  esa tiene que ser la verdad  no puedo dormir   necesito algo de fentanyl  esta vez para soportar su eterna ausencia   él se suicidó   eso  eso es lo que diré    no    se supone que dormimos juntos pero David no se despertará  ay no sé mejor actúo hasta que llegue el momento   esas cosas que quería con David no se acabaron   claro que no   solo dormirán hasta que ocurra algo que las reviva   pero ya no será él de eso estoy segura lo decidí yo  debo ir por eso es extraño me da risa que el único día en que una mujer puede regalarle sin prejuicio alguno una rosa a un hombre es el día de su funeral  ya a David le llegó la hora sólo espero que la rosa que le regalaré tenga la fragancia necesaria como para solapar el hedor de su cadáver que escondo desde hoy dentro muy dentro

lunes, 14 de noviembre de 2011

No soy gay, no soy heterosexual, no soy bisexual…


Foto tomada de la página "psicólogos en madrid"

Me rehúso a definirme y a definir a otros con estas identidades creadas o nombres que el sistema social se inventó para intentar simplificar o reducir, en base a prácticas u orientación, la sexualidad de los seres humanos. Creo que cada quien construye en función de ideales, motivaciones o aspiraciones una identidad que, a como manifiesta Judith Butler, no debemos pensarla como algo monolítico, denso, espeso o inamovible; si no como algo mucho más maleable, moldeable y flexible.

Pienso que si de simplificar las cosas se trata, lo mejor sería hablar de seres humanos, hombres y mujeres; hombres que se pueden enamorar de otros hombres, mujeres que se pueden enamorar de otras mujeres, hombres y mujeres que se aman: hombres y mujeres que pueden disfrutar sus cuerpos con quien prefieran. Seres humanos que pueden juntarse para construir algo o nada. Que cada quien tenga la verdadera libertad de decidir, elegir o seguir, sin temor alguno, lo que realmente le motiva. Eso sería simplificar las cosas.

El otro día, yo compartía una anécdota sexual de pubertad (“Mi secreto rayado en el pupitre”) desde aquí, intentando comprender y analizar desde una forma retrospectiva la manera en que he vivido mi sexualidad (creo que eso es algo que todos podemos hacer) y, pues, nada más hace falta que demos un vistazo a nuestras vidas para que nos enteremos que la sexualidad es algo tan dinámico como el estado de ánimo. Y no sólo me refiero en un sentido de orientación sexual; si no a aspectos más individuales e íntimos. Viéndolo así,  no tiene ningún sentido encasillarse, encasillar a otros, estigmatizar con términos y relegar a los que no cumplen con lo “normal”.

El hecho de que ciertas prácticas sexuales no las quiera para mí; no significa que yo tenga que ver con desdén a las personas que eligen esas prácticas sexuales. Acepto también que nacemos y nos hacemos seres adscritos a una cultura, cuyos valores son respetables; pero que debemos, en la medida en que se tenga la oportunidad, intentar cambiar herencias culturales dañinas y aprender a convivir con nuestras diferencias. Aunque sería más positivo intentar ver que somos más parecidos de lo que pensamos: lloramos las mismas lágrimas saladas, reímos y sonreímos, nos enfermamos e intentamos querer y que nos quieran; por lo menos, una vez en la vida…