Foto tomada de la página "psicólogos en madrid" |
Me rehúso a definirme y a definir a otros con estas identidades creadas o nombres que el sistema social se inventó para intentar simplificar o reducir, en base a prácticas u orientación, la sexualidad de los seres humanos. Creo que cada quien construye en función de ideales, motivaciones o aspiraciones una identidad que, a como manifiesta Judith Butler, no debemos pensarla como algo monolítico, denso, espeso o inamovible; si no como algo mucho más maleable, moldeable y flexible.
Pienso que si de simplificar las cosas se trata, lo mejor sería hablar de seres humanos, hombres y mujeres; hombres que se pueden enamorar de otros hombres, mujeres que se pueden enamorar de otras mujeres, hombres y mujeres que se aman: hombres y mujeres que pueden disfrutar sus cuerpos con quien prefieran. Seres humanos que pueden juntarse para construir algo o nada. Que cada quien tenga la verdadera libertad de decidir, elegir o seguir, sin temor alguno, lo que realmente le motiva. Eso sería simplificar las cosas.
El otro día, yo compartía una anécdota sexual de pubertad (“Mi secreto rayado en el pupitre”) desde aquí, intentando comprender y analizar desde una forma retrospectiva la manera en que he vivido mi sexualidad (creo que eso es algo que todos podemos hacer) y, pues, nada más hace falta que demos un vistazo a nuestras vidas para que nos enteremos que la sexualidad es algo tan dinámico como el estado de ánimo. Y no sólo me refiero en un sentido de orientación sexual; si no a aspectos más individuales e íntimos. Viéndolo así, no tiene ningún sentido encasillarse, encasillar a otros, estigmatizar con términos y relegar a los que no cumplen con lo “normal”.
El hecho de que ciertas prácticas sexuales no las quiera para mí; no significa que yo tenga que ver con desdén a las personas que eligen esas prácticas sexuales. Acepto también que nacemos y nos hacemos seres adscritos a una cultura, cuyos valores son respetables; pero que debemos, en la medida en que se tenga la oportunidad, intentar cambiar herencias culturales dañinas y aprender a convivir con nuestras diferencias. Aunque sería más positivo intentar ver que somos más parecidos de lo que pensamos: lloramos las mismas lágrimas saladas, reímos y sonreímos, nos enfermamos e intentamos querer y que nos quieran; por lo menos, una vez en la vida…
Siempre me pregunto en qué momento los seres humanos decidimos que, al haber solo dos sexos, debían corresponder obligatoriamente a dos géneros. Y si no cumplías con eso, estabas mal y eras mal visto. Me da gusto que personas como tú compartan una visión distinta, quizá es señal que el mundo y la sociedad empezamos a cambiar. Ojalá sea así.
ResponderEliminarSaludos!
Creo y estoy seguro que los seres humanos somos buscadores de nuevos orisontes y sobre todo estamos en continua evolucion , el hecho de poder amar a una persona de tu mismo sexo los convierte en seres sorprendentes y unicos aun que lo mas duro es ver otra realidad que mientras unos amam con sinceridad otros buscan satisfacer solamente sus impulsos fisiologicos . hombre y mujer seres unicos por naturaleza . la mujer ama sin condicion , el hombre ama por intuicion.
ResponderEliminarOhh Waldir felicitaciones por compartirnos tus reflexiones sobre cómo estamos y cómo debería ser un mundo sin etiquetas donde se respete la felicidad del otr@ esté con quien esté ... Hooker
ResponderEliminarBuen articulo, ojalá tu denuncia, tu voz encuentre eco, es terrible como muchas personas sufre los estigmas de una sociedad conservadora, como condenan a personas diferentes.. buena Waldir, hay que ir avanzando...
ResponderEliminaren determinado momento de nuestras vidas surge la inquietud de la verdadera identidad. Por muy hombre o por muy mujer que se nos haya educado. en ese instante creo yo surge el momento homo (entre hombres, hablando del tamaño del pene y hasta comparando; entre mujeres, hablando de senos y vaginas) y que da ese pellizco moral en el que "eso entre hombres o mujeres no se debe dar" pero al final nos termina interesando ya sea por comparación, envidia o muy personalmente por gusto. Pero todo este sentir, todos estos momentos están influenciados por simples etiquetas de genero. Si en ves de eso nos dedicaramos a compartir, a respetar, a tolerar y amar sin mirar a quien "viviriamos mejor y en paz y solidaridad" qwerty
ResponderEliminarGracias a TODOS. Me alegra saber que tenemos intenciones de cambiar, día a día, minuto a minuto...y se percibe en estos espacios!!!
ResponderEliminarGracias Gracias!!!
Felicidades amigo, me encanta este articulo... Tienes toda la razón... no podemos seguir con los pensamientos tradicionales extremistas o fundamentalistas... ignorando lo que nuestra sociedad en general demuestra desde tiempos antiguos.. no es justo crear estereotipos de cosas o catalogarlas.. somos libres de decidir el camino de nuestra vida sin que te juzguen precisamente por tus decisiones!!! Olimpia Ochoa
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