Se me había metido en la cabeza leer Cumbres
Borrascosas desde
el 2010. Había escuchado tantos elogios y había leído tantas referencias en la
literatura y visto tantas en el cine que yo tenía que saber de primera fuente
de qué iba esta novela. Recuerdo que una amiga la descargó en PDF, la imprimió
y me la regaló engargolada. Era enorme. Yo empecé a leerla, pero pronto la
abandoné; sin embargo la mantuve como tarea personal pendiente hasta que la
terminé de leer hace unos días. Eso sí, la leí como a mí me gusta: cada día por
las noches desde una edición cómoda que encontré en una librería de por aquí. Ese libraco engargolado nunca me apeteció
nada.
He quedado satisfecho y ahora entiendo por qué
tantas referencias a esta obra, pues supone un novelón romántico que
desencadenó, posteriormente, infinidad de estudios como obras pretendiéndole
imitar. Previo a mi lectura investigué un poco de Emily Brontë y no me costó nada imaginarme el
panorama literario para una mujer escritora, poco más desdeñable del actual,
pero sí que requería gran voluntad y riesgo hacerlo.
Como novela me pareció muy bien hilvanada, aunque muchos
atribuyen como inconsistencia el hecho de que
asombrosamente el ama de llaves, que es quien cuenta la historia de las
familias Earnshaw y Linton, sabe tantos pormenores de la historia que parece
que tenía oídos y ojos en las paredes de las casa y los árboles del lugar. Sin
embargo, yo atribuyo dicha sensación al tenue desplazamiento que hace la hábil
narradora de una primera persona a un narrador en tercera persona. Sin duda, la
novela es un gran ejemplo de narrador testigo aunque veremos durante todo el
relato muchas dinámicas narrativas que vuelven muy entretenida la obra, sin
obviar, por supuesto, el hecho de que transcurre en retrospectiva.
Volviendo a mi experiencia con la obra hay
una serie de cosas que me encantaron. Los paisajes y las descripciones
precisas, pero nada aburridas fue algo que me pareció hermoso. En todo momento
se nota el estilo conservador de la época, incluso, de su autora. Es una novela
sumamente visceral. Odié a Heathcliff y
amé tanto a Hareton.
Mi personaje favorito de la obra es, sin duda, Hareton porque me pareció tan
enternecedor que aprendiera a leer y se auto-educara motivado por el amor hacia Catherine (su prima), pese
a toda la maldad y las mentiras que le rodearon. Los libros y la educación
tienen un especial tratamiento en esta obra.
Sin ninguna duda esta novela tiene la estructura
narrativa de las Matrioskas:
Nelly Dean,
ama de llaves que cuenta la historia a Lockwood
(este último abre y cierra el relato), simplemente va sacando una muñeca tras
otra (un narrador tras otro). Y no podemos olvidar esas características de que
la segunda generación de personajes cargan los nombres de la primera (otro
juego de matrioskas). Los temas
recurrentes son muerte, frustración en la pasión amorosa, amor, venganza, la
vida más allá de la muerte, fanatismo religioso y racismo.
yo quiero conseguirlo, es parte de esos clasico que quiero tener, junto con los miserables de victor hugor, el conde de montecristo de dumas, algunas de Woolf, las de Umberto Eco etc etc etc las leere ya lo veras...
ResponderEliminar