“Jamás cansado,
jamás triste, jamás culpable” (i´m not there )
He padecido Rayuela desde
septiembre del año pasado. Debo decir que con terminar esta primera lectura no
he terminado de padecerla. Creo que será un libro que padeceré toda mi vida.
Podría decir que Rayuela es un libro
sin argumento y sin final. Podría repetir como ya lo comentara el mismo Julio
Cortázar en sus cartas: es “un enorme embudo”, “el agujero negro de
un enorme embudo”. Y me he metido en
este libro infinito en un momento de mi vida donde reinaba la incertidumbre.
Donde me pasaban muchas cosas y a la vez no me pasa nada. Me ha dolido, sin duda, y la he sangrado como herida de bisturí a un costado de mi abdomen.
Sí, me he tirado los platos con Oliveira y le he abrazado. Llegué a enojarme con la pedantería de los diálogos intelectuales entre él y sus amigos. Detesté que la Maga, Pola y Talita sólo fueran tratadas con menosprecio y con un cariño paternalista que repudié. En Rayuela predomina el desorden y el caos: es como la vida misma. Son retazos, son pensamientos, es nimiedad, cotidianidad, in-es-truc-tu-ra y reflexión.
Y volviendo
al tema de mi herida con bisturí recuerdo
que la primera estocada fue cuando me topé con el pensamiento de que “Todos retrocedemos por miedo de frotarnos
la nariz contra algo desagradable” (cap. 25). Y Horacio como yo se la ha
pasado buscando y huyendo. (Si, justo en mi huida me encontré Rayuela). En el vacío de la vida de Horacio pude
reconocer el mío y encontrar cierto “sentido” a mi vida ahora.
Es Rayuela para
mí la carcajada absurda de Cortázar que se ríe desde el pasado. Y parafraseando un poco uno que otro diálogo de
Oliveira diría que lo absurdo no es que él se ría, ni que el autor de este libro infinito haya muerto 4 años antes
que yo naciera dejando una novela a un hombre de 25 años que leería su obra a 50
de su publicación y se hiriera tanto como muchos jóvenes allá cuando la Rayuela viera la luz. “Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es
que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas” (cap. 28)
Wow ademas dde incitarlnos a perdernos en Rayuela, disfrutamos casi como lo disfrutates, sufrimos tanto como lo sufristes, eso si, el talento de las pocas palabras que dicen mucho es nato en ti
ResponderEliminarRayuela me gustó en su segunda lectura que ya me conocía los caminos y me paraba en zonas conocidas a pensar esas frases brillantes que salpican la obra.
ResponderEliminares una gran lectura
Besos
Gracias Mientras Leo. Y bienvenida :)
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