sábado, 30 de septiembre de 2017

Historias de cronopios, de famas y yo




Escuché que un par de policías buscaban algo de Cortázar. “Rayuela” le dijeron al revistero justo cuando yo pasaba por su lado buscando la parada del colectivo. Un prejuicio me hizo esbozar una sonrisa. Durante todo el viaje del colectivo desde Barrio Alberdi a mi casa pensé en si escribía de nuevo sobre otro libro de Cortázar. Y sí ¿por qué no? Me encanta. Cortázar es mi adoración y cada que leo algo de él no lo puedo evitar registrar.