lunes, 7 de noviembre de 2011

School bus story


 
Me pasó el papel por debajo del asiento. Se incorporó, me lanzó su mirada y me sonrió. Yo lo tomé, le correspondí con una sonrisa  y volqué mi vista hacia el papel arrugado. Se leía con varias enmiendas y machas de lapicero: “Will, te espero en  el aula, durante la hora libre, después de la clase de deportes. Estoy decidida. Ya lo pensé, será con vos… te kiero muxo. Te espero, no faltes. atte: Claudia.

Me puse nervioso. Revisé si traía globitos en el bolso y no los encontré. Pensé en pedirle uno a mi amigo Lemus en cuanto llegara al aula. Faltaban 10 minutos para que el recorrido llegara al Colegio. No podía creerlo, pasé seis meses dudando en proponérselo  y otros seis esperando respuesta, y ahora, lo que yo quería al fin había llegado.

Una vez estacionado el bus del recorrido en el Colegio, me levanté y seguí a Claudia, quien venía a 4 asientos de mi lugar. Le di un beso en la mejía y esbozamos una  sonrisa cómplice. Se veía linda, su sonrisa, cabello, ojos, ademanes, todo me gustaba de ella. Sería su primera vez, ya me lo había dicho. Por mi parte también, aunque ella no lo sabía.  

En el aula busqué a Lemus y le pedí un gorrito. El mae caminaba muchos, me contaba que los usaba para pajearse en la cama y no pringar las sábanas de “leche”. Él y yo éramos los únicos sin estrenar del grupo. Mi día había llegado. Al fin, a mis dieciséis años, aunque muy viejo en comparación con mis compañeros que desde los catorce practicaban con las amiguitas más aventadas de la escuela y el barrio.

Llegó la hora de la clase de deportes. Las chavalas iban a jugar volley ball y nosotros básquet ball. Tenía el gorrito en la bolsa del short. En el campo deportivo vi a la Claudia de largo, mientras jugábamos me sonrió y me saludó alzando su mano derecha. Verla en ropa deportiva me causaba una cosquilla inexplicable y provocaba reacciones en todo mi cuerpo.

Luego de deportes, fuimos hacia el aula. En la hora libre los chavalos de cuarto año “B” nos  dispersábamos  en todo el Colegio, unos se quedaban de rigiosos  jugando. Otros iban a los laboratorios de computación, en fin, nadie se quedaba en el aula. Era nuestro momento.

La Claudia ya se había cambiado la ropa deportiva por el uniforme de siempre. Yo decidí quedarme en short. Estábamos únicamente los dos en el aula. No me dijo nada, me vio y me empezó a besar. Ella estaba sentada en la paleta del segundo asiento de la fila de en medio del salón. Yo estaba de pie, en frente de ella. La besaba, sentía su piel suavecita y su boca tibia. 

Saqué el gorrito de la bolsa de mi short. De los nervios no lo podía abrir rápido. Ella me lo arrebató, lo abrió con los dientes y se rompió. Decidí olvidarlo, porque no tenía otro. Me aproximé a ella, me bajé el short, los calzoncillos y le bajé a ella sus pantis levantándole la falda. 

Me detuvo. Fue a la mochila de Lemus y sacó otro gorrito, esta vez, un poco más calmada,  hasta se fijó en la fecha de caducidad antes de abrirlo. Vio que estaba correcta, lo sacó cuidadosamente utilizando las yemas de los dedos, lo puso en la palma de su mano, presionó la punta del globito,  se agachó y lo colocó con mucho cuidado en mi pene erecto. “Las clases de educación sexual servían para algo”, pensé.

Se sentó--  otra vez en la paleta del asiento-- inclinada, abriendo las piernas. Algo nervioso me apresuré a penetrarla. Costó que entrara. La Claudia fruncía el seño. Noté que le dolía. Sólo seguí el ritmo que solicitaba mi cuerpo. Era un ir y venir. Fue rápido, casi cuatro minutos, creo. Tenía miedo que llegara algún profesor o algún chavalo. Nos incorporamos, retiré el gorrito con cuidado. Lo tiré a la basura. Me subí los calzoncillos y el short. Nos dimos un beso, como cerrando un pacto.

Abrí la puerta. Vi salir corriendo a Lemus, alejándose de la ventana. Seguramente nos había espiado todo el tiempo, la Claudia se sonrojó, me sonrió y me dijo que la próxima vez sería mejor repetirlo en el bus del cole.

1 comentario:

  1. Diosssssssssssssssss........¡
    Vale que historia, si que me engancho desde el principio... que abentada la Claudi jajajaj, y que suerte la de Willl excelente muy buen posto...

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