"Jugaremos tierra" by Waldir Ruiz |
Lo veo desde la ventana del microbús Nagarote-Managua todas las tardes, como a eso de las cuatro, cuando me dispongo regresar a mi casa. Siempre está sucio, veo que se divierte observando cómo la arena se desliza entre sus dedos pequeñitos. Es un niño de aproximadamente ocho años, a veces juega con otros niños, pero comúnmente lo veo solo tirado en el suelo, encima de un pequeño cerro, de tierra y arena, que trabajadores de la alcaldía de Managua han dejado mientras reparan la terminal de buses del mercado “Israel Levites”.
Ayer descubrí que no va a la escuela. Su mamá no tiene marido y mantiene a sus 4 hijos con las ganancias de la venta de agua helada. Sus hermanitos quedan con la abuela en el ranchito de plástico y zinc ubicado en un barrio aledaño. Él acompaña a su mamá a vender agua helada, cuando termina su parte se va a jugar al “cerrito de arena”. Ahí a veces encuentra compañeritos (hijos de los demás comerciantes de agua helada).
Lo veo y me pongo triste, pienso en el “exitoso sistema humano” que garantiza riqueza para unos cuantos y pobreza para una gran cantidad. Creo que Centro América es uno de los continentes con la repartición de riqueza menos equitativa del mundo y Nicaragua está, geográfica y literalmente, en el centro de ese conflicto, para comprobarlo nada más miremos en derredor y ¡pum! a la vista está todo.
Por ejemplo, mientras unos cuantos niños asisten al Colegio Alemán Nicaragüense un triplicado de la cantidad de estos todavía no va ni siquiera a una escuela pública y deambulan en la calles sin ninguna oportunidad. Sería grandioso que, entre los retos que se plantea el gobierno estuviera el acabar con esas desigualdades, pues la educación no debe ser diferente por “ser ricos” o “pobres”.
No se trata de que todos los niños asistan a estos Colegios privados. Se trata de elevar la calidad de la educación que ofrece el Estado en los colegios públicos y no limitarse a lograr que más niños asistan a clase. La buena educación no debe ser un lujo; si no un derecho que el gobierno debe intentar cumplir y, el simple hecho de que nuestros niños puedan asistir a una escuela, debe ser visto como la gran oportunidad de construir Nicaragua en el territorio que soñamos. Está demás decir que el gobierno debe poner la calidad de la educación en su agenda. Cada niño es una historia, un sueño, una oportunidad de mejorar el destino de nuestra nación…
"Jugaremos tierra" by Waldir Ruiz |
De acuerdo con tigo amigo. Sin embargo, y no me refiero al gobierno de Nicaragua, ni al que tenemos actualmente, a veces es imposible lograr que todos los niños tengan las mismas oportunidades, a veces muchos padres, yo conozco a muchos, que con o sin empleo, recursos, entradas etc, envia a sus hijos a la escuela, muchos otros ven la educación como una perdidad de tiempo, Aleman lleno de escuelas Nicaragua, no sirvio de mucho, en el actual gobierno se da incluso alimentos en las escuelas, no ha servido de mucho, osea mi punto es que en ese niño que vistes, hay muchos como el que tal vez aunque tengan la oportunidad los mayores no lo consideran importante, pero este es solo un problema...
ResponderEliminarA los niños hay que mandarlos a la escuela, en paralelo a la sensibilizacion de los padres sobre las bondades de la educion.
ResponderEliminarSi no se concientizan a los adultos del por que hay que mandar a los hijos a la escuela entonces no estamos mas que arando en terreno arido.
Saludos.
De acuerdo, mis amigos, lo que digo tmb y quisiera es que se ponga a la educación en el mapa político del mundo, porque nuestra Latino América puede ser el territorio que todos deseamos que sea...
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