"DREAMS" by Waldir Ruiz |
Recuerdo haber escuchado, en un spot televisivo de National Geographic, que el número de amigos de las personas iba en descenso, desde la infancia hasta la vejez, al punto de encontrarse con la abrumadora soledad senil. Yo ya he visto desfilar a unos cuantos “amigos” de mi vida, pero no creo que el asunto se deba a una cuestión estrictamente de edad. Tal vez la culpa sea de ese “mirar hacia afuera” que vamos desarrollando.
Si cada uno de nosotros nos sometiéramos a un constante autoexamen e intentáramos resolver nuestros líos internos, sería mucho más fácil comprender a otros y ayudarnos mutuamente. A menudo me encuentro con religiosos que como “cristianos” en lugar de “sangrar amor”, “brotan odio” y emanan una energía que sólo ellos saben cómo se llama. Aunque también gente nada religiosa.
Pero no crean, iniciar la disciplina de la introspección no es tan difícil, lo que sucede es que, obviamente, el exterior es más ofuscador, pero yo me he sorprendido de las cosas que he encontrado en mi interior y es entonces cuando viene lo complicado: distinguir nuestra voz entre la polifonía de adentro y el ruido de afuera.
Luego uno sufre y gasta energías en problemas que nunca existieron. Un profesor muy querido y apreciado sostenía que “si un problema tiene solución, para qué preocuparse; y si no tiene solución, preocuparse no sirve de nada”.
Me encanta la frase de tu profesor, a veces desgastamos tanta energía, tiempo y dinero en cosas que al final no tenían tanta importancia como pensabamos.
ResponderEliminarAmigos, umm,he lastimado a muchos, y otros tanto se han aprovechado de mi nobleza para solucionar su vida, no soy el martir y víctima de los demás, pero confío ahora más que nada en los mios, mi familia, si puedo dar un consejo a alguien lo hago, aunque, según los elfos, los consejos no se deben dar con facilidad pues son demasiado muy valiosos y muchas veces no se correctamente.