Una tarde en la casa de Rubén Darío

This travel blog photo's source is TravelPod page: Leon

“Si Nicaragua fuera Estados Unidos, Rubén Darío ya tendría película sobre su vida en Hollywood” me dijo sonriente mi amigo Mateo mientras nos dirigíamos a la (que había sido) casa de Rubén Darío en la esquina opuesta al colegio La Salle en León. Yo, siguiéndole la idea, le dije que, tal vez, si tan sólo Rubén Darío no hubiera sido anti-imperialista “ya tendría su peliculita”.

Mateo es un amigo que conocí hace unos años en un recital de poesía en  la UNAN-León.  Él estudió en Estados Unidos y se quedó viviendo entre aquí y allá. Este, al parecer fue año bisiesto, pues vino de vacaciones y, de paso (cuando yo creía que me había olvidado…)  se acordó de mí y me contactó. Entonces, como un pausa y play, reanudamos conversaciones y salidas juntos que habían quedado en promesas vacías como: “Estamos en contacto” “Ahi te hablo” “nos seguimos viendo” etcétera etcétera.

Hace 15 días quedé de ir a su casa en León. Iríamos juntos a la casa-museo de Rubén Darío, un hot-dog en el parque de los poetas, una “vuelta en el pelón” (tal vez…), un café en su casa. Deambularíamos por las calles de León, andaríamos de parque en parque y haríamos lo que surgiera en esa tarde aburrida que intentaríamos disolver. Y así fue. Todo transcurrió en ese orden.

Estando en la casa de Rubén Darío, a mi amigo treintañero (más loco que yo…)  se le ocurrió hacer todo lo que el encargado de cuidar el lugar nos prohibió. Tomó fotos de la réplica de la cama de RD, de su famoso traje aquel que publican mucho en fotos, al sillón donde descansó sus últimos días, en sí a toda la casa. Me asombraba lo emocionado que estaba: Mateo ya había estado ahí muchas veces, pero le gusta revivir el mito, la leyenda y repasar una y otra vez lo que fue en vida Rubén Darío. “Hollywood debería hacer una película basada en su vida y obra” me decía sonriente (y fumaba, para colmo, en la citadela a la memoria del poeta…), pero no le importaba.

Por mi parte, pienso que tal vez Mateo tenga razón; sin embargo, creo que si Rubén Darío no fue nadie y se convirtió en TODO para nosotros, fue por eso, porque Nicaragua es Nicaragua, y su condición de centroamericano, tercermundista, mestizo, entre otros aspectos de su vida íntima, su inobjetable talento, todo, absolutamente todo eso hizo de él lo que hoy es: el príncipe, el grande, el glorioso, el mito; una de las leyendas de la literatura universal … (Todavía sin película diría Mateo…).

This travel blog photo's source is TravelPod page: Leon