jueves, 20 de octubre de 2011

¿Es la mujer un accesorio de la identidad masculina?



Son interesantes los estudios sobre género y sexualidad que exponen que la masculinidad, especialmente, aquí en occidente se construye en base a una triple negación: no soy bebé, no soy mujer y NO SOY HOMOSEXUAL. La negación de estas dos últimas identidades constituye gran material para observación y estudio.
Esta vez, me limito a comentar en cómo la mujer se convierte en un accesorio para la consolidación de la “masculinidad” concebida por el sistema machista, religioso y patriarcal de la Nicaragua en que vivimos.
Para los siguientes ejemplos, imaginemos un detector de masculinidad como un detector de metales haciendo ruido intermitente mientras en una pantalla  se lee en letras rojas “Caso sospechoso”, donde “sospechoso” indica que pierde el derecho a “ser macho” o lo que se entienda tradicionalmente por masculinidad:

Ejemplo #1: Chavalo de 18 años, inteligente que nunca ha tenido novia.

Ejemplo #2: Hombre de 30 años, inteligente, con una enorme lista de novias, todavía soltero.

Ejemplo #3: Hombre de 35 años, inteligente, soltero y sin ninguna novia conocida, sin planes de tener una o casarse.

Ejemplo #4: Hombre de 30 años, inteligente, con esposa y dos hijos.

Ustedes dirán. A mí me parece curioso cómo el sistema, religioso y patriarcal, que ha visto a la mujer como el “segundo sexo” necesite de ella para garantizar lo que conciben como masculinidad hoy por hoy. “Una mujer sin hombre es y seguirá siendo mujer” me decía una amiga, pero desde el machismo “un hombre no puede ser hombre si no tiene (o ha tenido) una (o varias) mujer(es)”.
En este sentido, la idea del sistema machista de reprimir la homosexualidad masculina mediante la desterritorialización de estos de la “hombría” a causa de la ausencia de una mujer, es la de mantener el sistema binario de los géneros en el que uno (masculino) domina al otro (femenino), tal y como lo manifestara Judith Butler, quien explica a profundidad la reafirmación de la hombría mediante la represión del deseo homosexual.


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