![]() |
Las islas simbolizadas por grama y musgo las conectan puentes de madera. Jardín Zen en el "Parque japonés" en Managua |
Desde hace algún tiempo siento cierta fascinación por algunos elementos de la cultura oriental. He asistido a eventos que la embajada de China y Japón organiza en Nicaragua y he disfrutado de las muestras de sus culturas. Ya había visitado de forma rápida el “parque japonés” que está en Managua, pero nunca había tenido la oportunidad de visitar el jardín zen que “se oculta”, tras un cerco de bambú, en el costado oeste (dentro) del parque.
Y lo que ocurre es que, el parque luce como cualquier otro, eso sí, presto a la recreación tranquila de los niños, parejas de amigos o enamorados; sin embargo, el toque verdaderamente oriental se lo confiere el jardín zen. “Ideal para la meditación” me dijeron cuando me lo recomendaron. Yo hasta creía que me estaban “tomando el pelo” porque nunca me había percatado de su existencia en el lugar.
Este miércoles decidí darme una vuelta por ahí. Mi intención era, realmente, conocer y desintoxicarme un poco contemplando la naturaleza de una forma distinta. Entré como a las 9:00 de la mañana (me cobraron 15 córdobas) y me fui de ahí hasta que me sacaron porque iban a cerrar por la hora de almuerzo.
Al entrar, lo primero que me llamó la atención fueron las réplicas del Momotombo (Nicaragua) y el Monte Fuji (Japón), supongo que colocados con el propósito de simbolizar la hermandad entre los dos pueblos.
De todos los tipos de jardín, este se trata de un jardín de contemplación, llamado Karesansui. Lo identifiqué porque según “dios google” estos son secos e intentan representar paisajes de montaña y agua. Realmente, las piedras parecen correr como ríos, pues hasta percibí el movimiento “inmóvil” de las cascadas y su desembocadura en el lago (evidentemente simbolizado por piedras).
Yo estaba fascinado: las islas eran representadas por elementos verdes como la grama y el musgo, además de ser conectadas por hermosos puentes de madera. Las lámparas de piedra blanca, las casas para las ceremonias del té y el edificio principal con los espectaculares aleros, me cautivaban.
Durante mi tiempo de contemplación buceaba en mi mente. Reconocí que puedo vivir sin muchas cosas que, aparentemente, las necesito. Me di cuenta que hay belleza en lo inacabado, en la obra en curso, puedo disfrutar de ella y no esperar la obra finalizada para hacerlo.
Comprendí que la inestabilidad tiene equilibrio, de eso se trata la vida. Que en las imperfecciones está la belleza. Hay armonía en el no orden, nada calculado, nada coincidía, aparentemente ninguna simetría. Sentí que estoy bien. Me sentí muy tranquilo.
Mi vida está en ese no orden, pero está en armonía. No debo ser nada. Simplemente soy. Soy en este momento. Soy Waldir y me gusta ser quien soy ahora, no pienso en lo que seré ni en lo que fui. Simplemente soy hoy: en equilibrio a punto de romperse.
![]() |
Las piedras simbolizan el agua. Esta es una cascada. |
Excelente lugar para meditar nuestra espiritualidad !!! Yo ya he estado tb por ahí !!! Hooker
ResponderEliminar