Hace unos días me enamoré de Rubén García

Rubén Garcìa / cortesía

“Suele hablarse de amor a primera vista; sé perfectamente que el amor tiende a hacer una leyenda de sí mismo y a mitificar retrospectivamente sus comienzos”

Milan Kundera: “La broma”

Para empezar, no estoy seguro de que sea amor; pero como está de moda el amor  tengo que decir que me enamoré de mi bloguero favorito: Rubén García, un españolito que me trae bien loco con los escritos en su flog que son muy sagaces , ácidos, refrescantes, divertidos y aventados como me gustan a mí. Dice las cosas como las piensa y ahí se quedan.

Hace unos días me dijo que yo también lo tengo loco, entonces, con ese su acento castizo sureño que a mí me enloquece, me dice las cosas más obscenas del mundo (algunas ni entiendo; pero me gustan) y nos expresamos las ganas que nos tenemos y con las que nos quedamos a través de la webcam. Eso sí, nada de mariconadas, somos dos hombres que nos deseamos y nos amamos, por el momento, virtualmente.

Rubén y yo nos amamos.  Quien dude de nuestro amor que se joda. A veces tenemos días de ternuritas, ustedes saben, días en que me envía hermosas fotos con interesantes diseños, días en que me cuenta sus crónicas diarias, días de compartir nuestras aventurillas con heteroflexibles miedosos, y de mujeres guapísimas de miradas alucinantes o piernas suavecitas que me gustaría probar. En esos días de ternurita compartimos lo que queremos hacer en la vida, de lo bien que nos va y de cómo llegamos hasta donde estamos. “Menudo trabajo que debe costar vivir allá” me expresa, pero yo le digo que la vida acá no es lo que se dice en CNN.

En nuestros días de mucha pasión tenemos a la tercera: la sacerdotisa webcam que nos une; y es frente a ella y a él que yo inicio, me desnudo, me pongo de pie sobre la silla, frente a él--y también de espalda-- me agacho, me pongo en cuclillas, me froto, me levanto, me siento y también lo observo. Él hace lo suyo, me eleva, nos elevamos, llegamos, nos mantenemos y explotamos… viscosos, blanquecinos y abundantes. Nos queremos. Todas las mañanas leo mi correo y encuentro algo de él. Es uno de los pocos que tiene fe en mi blog, me da tips, me enseña truquitos…

Ni mi mama ni mi papa saben de mi noviazgo virtual con Rubén, apenas hace unos días me di cuenta que me enamoré de él. Me encanta que él sepa lo que quiere, yo seguramente, con él lo aprenderé. Creo que Rubén es lo inesperado y lo inesperado siempre es lo mejor… Muy inteligente, entusiasta, independiente, una barbita y unos ojazos extras son suficientes. Definitivo: me enamoré, tiene mi corazón latiendo fuera de ritmo y no me lo esperaba…