El otro día una lectora dejó un comentario en uno de mis artículos que me
dejó reflexionando por mucho tiempo. He pensado que es una reflexión que debo
compartir con ella y con muchas otras personas que, seguramente, les ha
inquietado esta misma idea.
Ella comentaba en mi artículo llamado “Jesús
debió ser feminista”, (reproducido en este blog), que se estaba
iniciando en el feminismo, pero que esos “inicios” no habían sido
“fructíferos”, pues las feministas con las que ella había compartido
experiencias “defendían a las mujeres de
los abusos de poder que los hombres ejercen sobre las mujeres, pero no
defienden a las mujeres que son violentadas en relaciones de poder por otras
mujeres”.
Prácticamente me planteaba y compartía su crítica a la unidireccionalidad
con que algunas personas ven a los movimientos feministas, y estos en sí
mismos; que es esa parcialización o reducción de la lucha y la reivindicación
de las mujeres a espacios mixtos y a relaciones heterosexuales. Subrayando el
axioma hombre es igual a macho-violento-empedernido-abusador, olvidando las
otras posibilidades de violencia y relaciones.
Y esta mujer apuntaba a algo muy importante y muchas veces dejado a un lado en el orden de prioridades. Si, ya sé que mucha gente dirá que no hay que perder de vista el contexto, porque la mayoría de mujeres están en relaciones heterosexuales y son violentadas por su pareja. Que los casos de femicidios en Nicaragua en su mayoría son de mano de un agresor y no de una agresora, es cierto.
Sin embargo, considero un descuido o error que desde los espacios de
reflexión feministas, de articulación de mujeres o de movimientos sociales (ya
ni se diga del sistema educativo), no se aborde el tema de la violencia entre
parejas del mismo sexo, entre relaciones laborales no-mixtas. Donde no hay un jefe violento, si no una jefa
violenta, etc. Donde las parejas conformadas por parejas no heterosexuales
reproducen los mismos mecanismos de violencia como consecuencia del patriarcado
y el machismo. Prevenir la violencia en estos casos también debería ser
importante.
Por otra parte, como ya he dicho en diversas ocasiones, no esperemos
“recetas de identidad” “defensores” o “manuales de sobrevivencia”. Yo concibo
al movimiento feminista (con sus diversidades incluidas) como un movimiento
social e ilustrado que, principalmente, empodera. Dicho esto, nadie más
que nosotros mismos puede sacarnos del círculo de violencia en el que estemos.
Claro está que existen amigas, amigos, colectivos, grupos y demás que podrían
proveernos de información y apoyo, pero estos no toman la decisión por nosotros.
Importante punto de vista, decidir o no seguir sufriendo es lo mas importante, una vez uno se epodera de la decisión, inicia la verdadera lucha, no hay que esperar que otros te guien, tienes que abrirte el camino solo... asi es ni modo, no nacimos acompañados...
ResponderEliminar"Sin embargo, considero un descuido o error que desde los espacios de reflexión feministas, de articulación de mujeres o de movimientos sociales (ya ni se diga del sistema educativo), no se aborde el tema de la violencia entre parejas del mismo sexo, entre relaciones laborales no-mixtas. "
ResponderEliminarYo creo que quienes dicen este tipo de cosas, no están bien informadxs acerca del feminismo y sus prácticas.
Primero, porque la enorme mayoría de grupos que se dedican a la violencia en la pareja generan contenidos e información acerca de relaciones sanas y respetuosas que aplican a todo tipo de relaciones.
Segundo, porque es una crítica ya algo antigua de los feminismos lésbicos, trans y queer el hecho de que se naturalice la heterosexualidad, y que no se cuestionen las consecuencias políticas e ideológicas de esa naturalización.
Tercero, porque los grupos que se dedican a las situaciones de acoso o violencia en el trabajo se dedican a estudiar situaciones de todo tipo, indistintamente del género pero sin ignorar el contexto de violencia machista en la sociedad.
Es importante estudiar a fondo estos temas si se pretende dar una opinión informada.
Muchas gracias.
Luzbelitx, gracias por tu comentario. ¿Desde dónde escribes? Pues en este post me remito específicamente a mi contexto: Ni-ca-ra-güen-se donde NO sucede absolutamente nada de lo que has descrito; sin embargo, muchas gracias. ¿Crítica "algo antigua"? No estoy de acuerdo con vos. Hay muchas luchas antiguas y no por ello están obsoletas. No pretendía inventar la "agua helada" ni que lo creyeras, sino, te repito, hablo desde mi contexto. Gracias por la recomendación de "informarme" y "estudiar", pues es algo que hago todos los días. Luzbelitx, es importante que se entienda la naturaleza de cualquier escrito y sus contextos., ¿Supongo que sabés, verdad? Chao. ¡Gracias por pasar!.
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