No estaba interesado en leer “Debajo de la cama” del novel autor nicaragüense Carlos Luna Garay porque sinceramente: “homosexualidad”,
“debajo de la cama” igual a “oculto”, “secreto” y me pareció más de lo mismo.
Si, pensé que era más de lo mismo. Y habrá quien maliciosamente diga ¿y es que
acaso no es más de lo mismo? Pero creo que la historia narrada por Luna era
necesaria. Alguien tenía que escribir en nuestra historia literaria
nicaragüense una novela con este tema y con esa profundidad con que Luna lo ha
hecho.
Hace apenas unos días mi amigo Nacho la depositó en mis manos para una
especie de proyecto que él viene cocinando y del que muy amablemente me ha
hecho parte invitándome y pidiéndome
algo que en su momento contaré sobre esta novela. Siendo impresionista
diría: ¡Me ha encantado! Y me ha dejado un sabor de boca extraño: una especie
de tristeza, aunque no considero la historia nada trágica.
Me he sentido muy identificado con su personaje principal. Alec Tiffer tiene una seguridad y un uso de la misma tan desafiante que, a menudo, me encontraba en él. Hay otros detalles que obviamente cuestiono un poco, pero en fin, es un personaje. Humano. Diverso. Diáfano.
No creerán que el único mérito de la novela sea,
pues, hablar de este tema “controvertido” en nuestra Nicaragua “moralista” y “cristiana”.
No. El autor hace un despliegue narrativo tan directo y sencillo pocas veces
visto, y, aunque, hubo detalles que me
parecieron cliché y empalagosos, entiendo que la vida también lo es a veces.
Nos presenta la homosexualidad de una forma reivindicativa
en el personaje de Alec, pues ya no es un ser miserable y endeble como suelen
retratarlo otros autores. Para nada. Es un ser seguro, libre, humano, con una
luminosidad intelectual y carisma únicos. El otro, Eduardo, es simplemente el
ejemplo de los estragos que hace nuestra sociedad opresora con la libertad
individual.
Creo que la homofobia es un problema con muchas
aristas y el autor se ha quedado corto mostrándonos una perspectiva
pequeño-burgués o de clase media-alta sobre la problemática desde sus personajes.
A menudo,
durante la lectura, sentía que estaba ante un creativo testimonio de vida, un
diario personal del autor por aquello de que el personaje principal es un
escritor; pero eso lo ha hecho solamente más interesante para mí. Una novela
breve. Una prosa sencilla. Se lee en un ratón. ¡Nicaragua, aquí tienen su “Secreto
en la montaña”!
Ni idea del título mira que me picas la curiosidad....
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