“Me conmueven
las menudas sabidurías
que en todo
fallecimiento de hombres se pier-
[den…” J.L. Borges.
Horas
que nunca llegaron.
Palabras
que se disuelven en la hierba.
Sabor
a menta que nunca probé.
Agua
caliente quemando mi lengua.
Mentiras
hechas de mate amargo, con
endulzante splenda para no hacer
daño.
Y
ese mate mide horas vanas, mide tiempo
que
no llega, mide detalles, mide recipiente
que
no alcanza en mi mano. Mide la distancia
de
mi brazo a tu brazo.
Y
me preparo para escupir, después de chupar la bombilla,
cada
una de tus palabras falsificadas.
Y
me guardo en el bolsillo la yema de mis dedos
que solo saben de verdades.
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