domingo, 3 de enero de 2016

Primero de enero




Recibí el año nuevo muy lejos de mi familia de sangre. Quizá la primera vez en toda mi vida que lo recibo así; sin embargo, ahora, a la luz de la distancia puedo darme cuenta que antes sí estuve lejos aunque estuviera tan cerca; pero ahora, por estar lejos, les siento tan cerca aunque no hablemos en semanas {¡Qué ordinario juego de palabras!}. 
  
Soy muy malo para estas fechas, mi mama, aun siendo la persona más idealista que conozco, me hizo ser indiferente a estas fechas. Siempre nos abrazamos, siempre nos deseamos cosas buenas… Nunca hizo falta esperar al 31 de diciembre o el primero de enero para que pasara. Así que con los segundos que faltaban para el primero y el vino, en un vaso de mermelada vacío, porque no tenía copas, desde una hermosa terraza, apenas alcancé desear para mí mismo algunas cosas, entre ellas, seguir teniendo momentos cotidianos valiosos como los que me dejó el 2015…

Y así, me largué con los chicos a una fiesta de fin de año para los huérfanos de año nuevo… pero me aburrí tanto que empecé a hacer fotos. También pensé en él todo el tiempo y el brindis con su familia al que está acostumbrado. Y así regresé al edificio mientras Córdoba clareaba…

1 comentario:

  1. sabes que por primera vez este año no celebre el año nuevo como tooooooooooooodo el mundo, en primera por un loquita afán en el que ando metido y que seguro ya habrás intuido y que mi blog denunciará dentro de poco, pero fue más renunciar a los "estupidos propositos de año nuevo", saludos....

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