lunes, 7 de marzo de 2016

Capacidad máxima para cuatro personas *




Quedarse atrapado en un ascensor puede ayudar a generar interesantes reflexiones o a observar cómo es el comportamiento de las personas ante una posible catástrofe. Me ha pasado ya dos veces y esta última vez fue porque excedimos la capacidad del mismo. Vean nada más lo que genera la impaciencia.  

Yo, nunca pensé en que podía morir. Nunca pensé en que estaba encerrado. Nunca pensé en el calor ni en cosas como el oxígeno o el dióxido de carbono. Yo pensaba en si ya habían llegado los demás chicos a la terraza. Yo pensaba en que la cerveza se iba poner caliente, entonces, empezamos a tomarla. Yo pensé que solo una puerta nos separaba de la “libertad”. 

Empezaba a aburrirme y propuse jugar algo. Creo que el hecho de estar acompañado en algo así hizo que nunca sintiera miedo. Qué manera de reflexionar y problematizar la soledad, ¿no creen?  Risas nerviosas. Tres de las chicas más uno de los chicos empezaban a ponerse mal. Un poquito de desesperación y otras muchas risas nerviosas.

 Y mi tranquilidad siempre vino de la seguridad de que alguien, del otro lado, estaría buscándonos, estaría haciendo (todo) por sacarnos…  Y en la vida, ¿será que hay alguien buscándome, haciéndolo todo por sacarme? ¿Habrá alguien que ansía verme, del otro lado de la puerta, donde está la libertad, para abrazarme?

¡Stop thinking and make a selfie ...!
*Aconteció en el cumple de la Flor.

2 comentarios:

  1. Me encanta el último párrafo de reflexión...

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  2. siempre he disfruto tus anécdotas, te imaginas quedarte atrapado con alguien que apenas conoces, en eso pensé cuando estaba viendo NEW YEAR donde aparece una circunstancia similar.

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