Miré la película “Mi vida sin mí” (My life without me). Y, aunque el argumento no me pareció nada sorprendente al principio, hubo algo especial que me hizo pensar y reflexionar, pienso que a lo mejor fue la temática de que una persona tan joven como Ann (Sarah Polley) descubra lo efímero de la vida , que esa seguridad de tener los días contados la lleve a redescubrir los placeres de la misma y pensar en aquellas cosas que le gustaría hacer antes de morir así como la frustración por aquellas cosas que no.
En el noctambulismo con el que la aprecié pude destacar tres principios fundamentales y mensajes que me deja: El primero, en que “hay gente que no podemos llevar la vida que los demás pretenden que llevemos”, he aquí un principio para disfrutar la vida, dejar de complacer a las demás personas y determinarnos a ser felices, y, ojo, esto no aplica para los chavalitos de 15, 13 o 14 años que quieren tener sexo sin protección y se pelean todo el tiempo con sus tutores por no dejarles salir hasta tarde.
El segundo principio: “No existe la gente normal”. Así de sencillo. Cada vez que nos pidan comportarnos como alguien normal hay que recordar que eso es inexistente. Y que, en serio, jode montón. Nadie tiene la vida perfecta. Así que hay que vivir pensando en que somos diferentes y basado en esto disfrutar de la vida lo que se pueda.
Y el tercero y último lo resumo en un monólogo de Ann al final del filme: “Y no sientes nostalgia por la vida que no tendrás porque para entonces ya habrás muerto. Y los muertos no sienten nada. Ni siquiera nostalgia.” Así que la nostalgia por lo no vivido no sirve para nada. Y no es muy inteligente albergar un sentimiento que no nos ayuda a nada.
Creo que ha sido una buena película, Mark Ruffalo , como siempre, me gusta muchísimo. Me pareció realista y romántico a la vez el tratamiento que Isabel Coixet le da a los personajes femeninos: mucha fuerza subjetiva y proactividad como características que me gustan. Ubicó a estas mujeres en los roles tradicionales y Ann, el personaje principal, actúa en función de su esposo, sus hijas, su amante, su madre y su trabajo como muchísimas mujeres en la vida real, esto lo cuestiono.
nostalgia de lo que no se vive, jajajaja ironía pero veraz, deseamos lo que no somos y somos lo que no deseamos eternos inconformes
ResponderEliminarEn un articulo que lei del diario Excelsior de Mexico me encontre con una noticia relacionada a una niña de 13 años que murio de cancer.
ResponderEliminarNo se por que razon ahora que leia tu reseña cinematografica se me vino a la mente dicha noticia, quizas por que al morir encontraron escrito en la parte de atras de un espejo un mensaje que hablaba sobre el amor, la felicidad, y la enfermedad.
Decia que la felicidad depende de nosotros mismos
sobre lo vivido y el proposito de la vida, que es vivirla con propositos y no por el simple proposito de vivirla.
La diferencia entre lo ordinario y lo extraordinario de la vida es ese pequeño extra que le anteponemos a lo ordinario y sencillo del marasmo de nuestras vidas.
No nos debemos de olvidar que la felicidad es un camino y no un destino.
Y que pensar del amor cuando esta niña decia que el amor es como un cristal, se mira encantador pero es facil romperlo. El amor no es cuantas veces te digan que te aman es probarlo que es cierto.
La muerte nos toca a todos, y como dices no hay nostalgia por que ya muerto nadie recuerda nada, y en el cementerio todos nos igualamos y ahi comenzamos de nuevo desde cero.
Me encanto tu reseña, no hay mejor cosa que darte un papel y un lapiz y dejarte solo con tus soledades, tu imaginacion y la magia del silencio y esperar un lienzo de palabras de multiples colores.
Definitivamente que sos una maravilla.
Me109cito, gracias por sus ánimos... y por compartir esa historia... ♥
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