sábado, 24 de diciembre de 2016

Caracoles




Llovió toda la noche, más
 no se apagaron las pesadillas.
Mi habitual sed no pudo con la lluvia.
Fue muy poco para mí,
Fue muy poco para esta sed
que crece en espiral hacia el vacío.
En las macetas del jardín del ventanal
hibernan los babosos caracoles
de la nostalgia, el exilio y el adiós.

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