domingo, 16 de agosto de 2015
miércoles, 12 de agosto de 2015
Con Nicola Costantino y su doble frente al televisor
Esta tarde me paseaba con Cony de regreso a
casa. Veníamos de Ciudad Universitaria y bajábamos desde Plaza España, cruzando
casi “prodigiosamente” por los pasos zebras o peatonales que ningún conductor
respeta, cuando nos topamos con el enorme Palacio Ferreyra o también conocido como
el Museo Superior de Bellas Artes
Evita. Una hermosa Mansión de estilo francés principios del
siglo XX que siempre había llamado nuestra atención pero a la que nunca
habíamos accedido porque siempre que pasábamos estaba cerrada. ¡Pero esta vez
estaba abierta! Entonces nos apresuramos a entrar mientras el personal muy
amable nos invitaba a pasar y nos advertían que cerraban a las 8:00. Fuimos
caminando y deteniéndonos en el primer piso entre asombro y emoción. Hermosa arquitectura
y raras y llamativas esculturas… Mis ojos vagaron sin detenerse en ninguna obra
particular hasta que subimos al segundo piso y me paralicé al ver la fotografía
de Nicola Costantino y su doble frente
al televisor. Entre una especie de asombro, admiración y miedo intentaba
comprender lo que había querido comunicar… veía al niño, veía su foto, veía lo
sombrío de la imagen y no dejaba de preguntarme qué habría querido decir. Entre
un flash y otro que la Cony me tiraba se nos fue el tiempo. Y yo regresé a casa
prendado de esta maravillosa artista.
lunes, 10 de agosto de 2015
Que me quiera, pero no tanto.
Contsanza Marchant/Fotografía by Flor Velásquez |
Pienso en algo que una vez leí que dijera la
Gioconda Belli, en que la poesía buena nos enseña a vivir, nos
enseña la belleza y la miseria de la experiencia humana. Nos enseña que no
estamos solos. Y me quedo
con eso último: no estamos solos. Y así, como si nada, en uno de mis solitarios
y a la vez repletos días en Córdoba, Argentina me encontré con la Cony (como le
decimos de cariño). Mi queridísima amiga Constanza Marchant. Y desde entonces,
no he estado nunca más solo. La poesía, las alusiones, los helados y el
revoloteo en la biblioteca son apenas descripciones vagas de lo que va siendo
esta gran amistad.
sábado, 8 de agosto de 2015
Sociología del amor
Reductos de realidad dentro de mí,
locus de control que hace que todo
parezca producto del azar.
Una enorme suerte:
Encontrar pedazos de vos cada mañana
en esta o cualquier otra raída bufanda.
Soy un productor endémico
de zonas limitadas de significados.
Mi concepto del espacio no puede
transmitirse lingüísticamente.
Mi “aquí y ahora” y el tuyo gravitan
juntos continuamente uno sobre otro,
otro sobre mí, otro sobre vos,
tocándonos mientras nos reducimos.
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