Shakira existencialista, ¿la conocen?

Portada oficial del álbum ¿Dónde están los ladrones? 1998 /Shakira

"la existencia precede a la esencia" (Sartre)

Creo que la industria del entretenimiento puede engullir a muchos artistas. Tanta parafernalia, lentejuelas, desnudos, color y prensa rosa puede desviar la mirada hacia cosas fútiles. A mí, particularmente, me llama mucho el talento, la música y lo que aporta. Me gusta mucho Shakira y creo que es lo que se llama una artista de la música sobreviviente a la industria, les cueste o no aceptarlo a muchos hoy por hoy.  

Me parece injustísimo que la mirada hacia ella siempre esté en su look o en sus movimientos que, por supuesto, claro está que son parte de su arte; pero tiene canciones que son dignas de estudiar y que nos dicen mucho de ese arte que plantea una perspectiva crítica y documentalista de toda una generación. Yo me he permitido ver más allá y no juzgarla, porque al igual que a muchas mujeres la inscribo dentro de este contexto mundial machista que fija su mirada en el cuerpo de las mujeres. No estoy aquí para hablar de su cuerpo ni de su cabello.

Hagamos un viajecito corto en el tiempo y aterricemos en 1998, cuando el mundo viera a luz uno de los álbumes esenciales de Shakira: ¿Dónde están los ladrones?, pero seamos más específicos y detengámonos a escuchar la canción que sería lanzada en aquel entonces como el sexto y último sencillo de este álbum: “No creo”.  El título de la canción es una frase que por trillada no nos detenemos a pensar en la fuerza filosófica que tiene como negación existencialista.

Shakira es una cantante que suele hacer críticas sociales contraponiéndolas al “amor”. Siguiendo de cerca la letra expresada en una estrofa muy interesante descubrimos o inferimos que: “No creo en Venus ni en Marte”  (negación indiscutible de dos íconos romanos del amor y de la dicotomía de los sexos). “No creo en Carlos Marx”  (negación de una de las bases de las corrientes políticas fundamentales del socialismo y el comunismo). 

“No creo en Jean Paul Sartre”, negación rotunda de las teorías existencialistas de Sartre, pero esta negación contradictoriamente busca en sí una afirmación en toda la lírica, particularmente en el estribillo, pues al aceptar que sólo cree en el “amor” de alguien y esta aceptación de su existencia así como la fijación de un sentido propio de la vida, creado por ella misma, particular o no al de las tradicionales filosofías, obedece a un planteamiento existencialista donde sus decisiones y actos como el hecho de “creer o estar enamorado” se convierten en acciones que determinarán la existencia misma.  Ese mismo “amor romántico” que determina la vivencia de la mayoría de las personas, confiriéndoles un (sin)sentido a su existencia.

“No creo en Brian Weiss”, esta negación es interesante también, pues Weiss es uno de los psiquiatras de estos tiempos que ha causado polémicas con sus teorías sobre el amor, al grado de afirmar que “solo el amor es real”, tesis que Shakira también reafirma con su canción a pesar de negarlo en la frase. En el vídeo oficial de la canción también podemos ver que el director del vídeo basándose en los polémicos planteamientos de Weiss sobre las teorías regresivas, recrea de manera interesante la incursión de Shakira como personaje en “otra dimensión”, viéndole hundirse en una bañera y aparecer en un lugar aparentemente “desconocido para ella”.

“No creo” es una canción cargada de existencialismo, en ella el tema existencialista es el repudio y rechazo hacia teorías filosóficas tradicionales existentes, aunque ya veamos que dentro de la misma canción se contradigan y se reafirmen. En ese mismo sentido y desde el existencialismo de Sartre, la liberación en sí planteada de todas estas teorías, la vivencia propuesta sobre el amor, el absurdo de creer enloquecidamente en alguien y la realización plena que plantea del ser mismo a través de la renuncia a estas filosofías, creencias y patrones sociales: esa libertad para existir desde sus vivencias nos muestran a una artista capaz de ilustrar y representar el existencialismo que vive una generación.