Terminé de leer El Proceso hoy. ¿Qué más puedo decir? Si, hasta hoy. Leer “El
proceso” de Kafka fue como estar inmerso en una pesadilla de la que dudaba entre
querer escapar dejándola o seguir hasta esa muerte extraña de K. Las mujeres de esta novela llamaron sumamente
mi atención y espero estarles hablando de esto muy pronto. Por ahora quiero
comentarles que tras la lectura de esta novela me puse a googlear sobre
la novela en general y me he encontrado con una página maravillosa: The Kafka Project. Una página perfecta
para fans de Kafka y su obra literaria.
¿Cómo llegué? ¿Qué buscaba? Pues como Alicia tras
el conejo, yo me disponía a encontrar comentarios de gente que como yo se
encontraran sorprendidos con El Proceso.
Alguien que pensara “diablos, esta novela es la desolación del ser humano
frente al absurdo, a la mierda de justicia y burocracia, al sinsabor de la vida”.
Pero más que eso creo que también
buscaba opiniones de gente intrigada con la estructura de la novela, pues eso
de los capítulos inconclusos y toda la historia entorno a los escritos de Franz Kafka
me motivaba y me intrigaba.
Recuerdo que lo primero que leí de Kafka fue el
cuento Una Cruza y desde entonces había querido leer sus novelas, sin
embargo, había aplazado sus lecturas por otras lecturas. Hoy terminé de leer El Proceso y acto seguido empecé a
buscar estudios sobre la novela para conocer otras perspectivas de lectura y en
The Kafka Project me encontré un ensayo de Guillermo Sánchez Trujillo que me ha
dejado boquiabierto, pues asegura descubrir
el enigma de cómo Kafka escribió El Proceso. Su planteamiento circunda
en que Dostoievski con su novela “Crimen y Castigo” subyacen en la estructura
de El Proceso. Un ensayo sumamente controversial e interesante. (Ahora me
pregunto por qué mi maestra de literatura moderna y contemporánea no incluyó El Proceso en nuestras lecturas).