miércoles, 14 de septiembre de 2011

Cuando lo correcto es lo INDEBIDO


Siempre me ha llamado la atención  todo lo que ocurre con las instituciones normativas y opresoras por excelencia como la iglesia católica. Me asombra ver cómo sus propias normas causan mella en ellos y en la sociedad que, nos guste o no, su influencia nos alcanza (por no decir nos afecta).
Quisiera citar el ejemplo más reciente: el asesinato al párroco de La Concha, Marlon Ernesto Pupiro García. La policía atrapó al asesino, a los implicados y se conocieron “detalles” de lo que aconteció el último día de vida del sacerdote; sin embargo,  según mi percepción,  la gente interesada en saber los motivos por los que alguien mataría  a un “siervo de Dios” se quedaron latentes.
He escuchado que los asuntos de interés público que tienen relación con la vida privada de los involucrados la “verdad no existe”. Lo único que existe son perspectivas. En este sentido, cada quien puede tener su perspectiva, su verdad de los hechos, lo que más cómodo les resulte creer. Yo pienso que, como en la mayoría de casos relacionados con la iglesia católica, esa verdad “que os hará libre” quedará bajo sus sotanas.
No sé si decir lamentablemente o dichosamente las conclusiones siempre serán las mismas, pues mientras se viva en una sociedad  donde nuestras madres nos obligan a ir a la iglesia los domingos y a besarle las manos al cura que nos violó.
Mientras se viva en una sociedad donde se cree que los sacerdotes son santos y virginales (con perdón, por si acaso, existen), las conclusiones serán las mismas, esas que todos pensamos y no nos atrevemos a decir por no “manchar la iglesia de Dios”.   
Para finalizar mi opinión al respecto de la religión católica y su dios,  cito el estribillo de una canción de la cantante colombiana más famosa de hoy: “mientras tanto este mundo gira y gira sin poderlo detener, aquí abajo unos cuantos nos manejan como fichas de ajedrez. No soy la clase de idiota que se deja convencer, pero digo la verdad, que hasta un ciego la puede ver…”


1 comentario:

  1. Pues creo que es un herror generalizar, en mi pueblo por ejemplo, un parroco de años, que entrogo su vida por Telpaneca, al cual le debemos un Colegio Parroquial, el Instituto de Secundaria, el amor al deporte y la cultura, Monseñor Ernesto Gutierrez Carrión, que por cierto nacio en Nagarote, no podría decir que es un santo, por que ante todo era humano, pero su obra social es palpable aún hoy.
    En cuanto a la Iglesia en general, soy Católico, se que por desgracia los dirigentes de mi iglesia han cometido errores y lo seguiran cometiendo, pero al final, son mis convicciones por las que tengo que velar...

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