Hoy he venido a presentarles a uno de los
ilustradores que más amo, después de Paula Bonet,
por supuesto. Alfredo Roagui,
un joven mexicano que además de trabajar o colaborar con sus ilustraciones para
diversos medios
de comunicación, dibuja para reivindicar los derechos de la comunidad LGBTI en
el mundo. Y, sin duda, es uno de los más aclamados por quienes gustan de ese
arte transformador. Y es que todo arte es transformador creo yo.
Las ilustraciones de Roagui muchas veces están
orientadas al entretenimiento o al ocio, pero sin dejar de lado esa parte
reivindicativa. Cabe señalar que abundan los muchachos en sus dibujos. Esta
característica lo convierte en preferido por la comunidad de hombres gays
mayormente.
Ya su trabajo ha sido definido como de un estilo “Disney
para adultos”, pues los colores, el mundo de ensueño y los trazos tan limpios y
redondeados de sus dibujos los cargan de inocencia y mucha sensualidad.
Hay mucha
gente que le critica el hecho de crear y proponer estereotipos de hombres que
distan de la diversidad étnica de Latinoamérica, por ejemplo. De contribuir
también al imaginario colectivo de que la comunidad gay es una comunidad
superficial que no ve más allá del homoerotismo.
Sin embargo, yo creo que el arte no tiene que ser, por
obligación, representativo ni del autor ni de un espacio-temporal. Habrá sus vínculos
y sus influencias, pero exigirle a un artista que sea de determinada manera
para satisfacer nacionalismos absurdos se me hace una completa pasada.
Roagui
es un ejemplo y un referente de propuesta gráfica mexicana. Su activismo y su
trabajo artístico hacen que sea uno de los ilustradores que me inspiran.
*Fotografías e ilustraciones
tomadas de la cuenta de instagram
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