“Dicen que la vida de un hombre
acompañado,
se recuerda más que la del
hombre solitario…”
Ximena Sariñana
No sé ustedes, pero en mi familia ya hay dos
señores que se quedaron como “solterones”. Y digo “solterones” para
contextualizar cómo se les llama dentro de este sistema heteronormativo a las
personas libres y autónomas que mandaron al caño el amor romántico y decidieron
que lo mejor para sus vidas era estar “solos”.
Dos hombres parientes colaterales: “Humbertito” y “Tío
Chico” pasaron los 40 años sin “formalizarse” nunca con una mujer. Eso sí,
ambos, desempeñándose con éxito en distintos ámbitos de su vida mantuvieron esa
imagen de “macho” heterosexual, teniendo en su trayectoria conocida infinidad
de mujeres como parejas. En la familia nunca hubo problemas con ellos en ese
sentido. El sistema heteronormativo no fue nunca transgredido.