Ayer mientras intentaba ponerle orden
a mi cuarto me encontré con cuadernos en los que escribía las asignaturas del
año 2009. Uf, cuánto tiempo—me dije. Quise recordar y empecé a dar vueltas
página a página. Contemplé mi caligrafía pulcra y redonda. Pensé en lo mucho
que me gustaba escribir “a puño y letra”, ausculté mi puntillosa ortografía.
Divagué en los recuerdos. “Introducción a la lingüística, Fundamentos de
Fonética y Fonología Española” leí los encabezados en cada página. Noté que el
tiempo ya empieza a hacer mella sobre el papel y la tinta de esos cuadernos viejos.
Mis ojos recorrieron lento cada hoja.
Pude volver a sentir la emoción de algunos contenidos y la repulsión hacia
otros. Recordé la cotidianidad de esos
muchos momentos en el salón de clase. Mis zapatos, mi bolso, mis camisetas, mi
apariencia cada mañana. Vi la fecha 29 de agosto de 2009 y recordé “The only exception” de “Paramore”, “Don´t tell me” de Avril Lavigne, a la banda
angloparlante “My Chemical Romance” y
obviamente a mi siempre recordado William...
Entonces, llegué a las últimas hojas
del cuaderno de lingüística y fonética. Y
antes de la antes de la antepenúltima me encontré un mensaje tipo carta,
tipo dedicatoria que una amiga hizo para mí; pero que yo hasta ayer pude leer
en ese hallazgo fortuito. Prácticamente tres años después; sin embargo, coge
tanta vigencia que pareciera que lo escribió para que lo viera ahora. No es
nada alucinante lo que dice el mensaje, pero me desea feliz navidad, entre
otros buenos deseos, y me augura cosas bonitas (¡que ya se cumplieron!)… Sin más preámbulo les comparto ese lindo
gesto de mi amiga Miurel Flores Moncada, quien tengo tres años de mi vida de
gato de no verla…
que especial momento habra de ver sido descubrir ese mensaje...
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