Familiares de los presos que murieron en el incendio de la Granja Penal de Comayagua, Honduras. Fotografía tomada de END. |
En realidad no quisiera hablar de la pena de muerte ni mucho menos. El asunto es que hay una noticia que todavía me tiene perplejo: en el penal de Comayagua, Honduras se registró hace casi un mes un incendio que dejó a centenares de familias en duelo. Según la información que ha aparecido en el periódico en estos días, estaba descartada la posibilidad de que el siniestro haya sido intencional; por lo que concluyeron que fue un accidente lo que provocó la desgracia. Es mejor creer eso, porque de lo contrario, estaríamos ante hechos inducidos por el más vil sentimiento humano.
No sé por qué, pero siempre he pensado que no toda la gente que está privada de libertad está ahí “justamente”, pues vienen a mi mente los nombres de muchos ladrones que sí deberían estar presos. Pero no diré nada más al respecto porque considero que compartimos una realidad que habla por sí misma. Caso particular, también pienso que hay un estigma, un desdén tácito por parte de toda la sociedad hacia los privados de libertad. Pensamos en ellos como monstruos irrevocables, gente mala, peligrosa, gente de la que hay que cuidarse. No digo que todos serán “inocentes”, pero bien sabemos que el mundo es más variopinto de lo que podamos imaginar.
Al ver la imagen de las familias de los presos fuera de la Penitenciaría Nacional de Comayagua, me pasó algo raro, no sé, tal vez a ustedes también les pase. Cierro los ojos e imagino los rostros de todos los presos, cada uno con un nombre, un sueño, la esperanza de salir algún día de ahí, de una segunda oportunidad que, claro está que para estos reclusos hondureños nunca llegó. El dolor de las familias. Mucha tristeza, la verdad…
A lo mejor hechos como estos nos dan luces para que nos fijemos en los privados de libertad, para que el Estado de Honduras, el de Nicaragua o cualquiera donde haya encarcelados tome conciencia de que hay gente que merece reincorporarse a la sociedad. Se trata de hacer siquiera posible la vida para todos, ese es nuestro reto como sociedad. Al final, pienso yo, la “justicia” termina siendo la peor tirana, porque no rectifica, más bien olvida, oprime, aplasta y en algunos casos mata… ¿Los derechos humanos se aplican para todos? Esta es la eterna y necia pregunta.
Bueno, lo que yo te puedo decir es que todos somos responsables de nuestros actos y en la medida que obremos de una u otra manera, vamos a tener x o y resultado. Lo que digo es que cada quién cosecha lo que siembra y por tanto si cometiste un delito tenés que pagar por él. Un crimen no es justificable bajo ningún punto de vista y tiene que ser castigado con los procedimientos legales establecidos. Tuve alguna vez un familiar en prisión y lo que el cuenta no es nada agradable, sin embargo a pesar de todo el dolor que provocó a nuestra familia su situación sigo pensando que su paso por la cárcel fue más que necesaria, pues desde lo que yo he observado recapacitó. Al final es decisión de cada quién si esta privación de libertad es un paso para ser mejores personas o para seguir revolcándonos en la misma mierda de siempre.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tu comentario Ed, ps por algo se inventaron las carceles, pero suponer o pensar que un asesinato masivo no está demás para librase de las "parias" de la sociedad no me parece lo más humano del mundo, la indiferencia ante acontecimientos como el de honduras me hace sentir cómplice, de ahí que me exprese, pero vos has tocado un buen punto que, aunque no lo menciono, lo comparto. Y ya se hizo testamento esto...jeje... Y qué alegre de que hayás vuelto x mi blogcito!!!! jejeje... (Toy pendiente de CALEROV!!!) :)
EliminarCreo que el hecho de que sean privados de libertad no los vuelve animales, el unico derecho que se les ha suprimido es el de la libre circulación, sin embargo no significa que los demás se les viole. Pienso que las carceles deberían de contar con el mínimo de condiciones que les garantice una estadía más o menos digna, que les permita reflexionar sobre sus problemas, lo que hicieron sus consecuencias, aunque claro hay cada maniaco que ni con cuatro cadenas perpetuas tendrá para recapacitar...
ResponderEliminarSon humanos, tuvieron sueños y un error o injusticia los llevo ahí... eso no hay que olvidarlo, aunque del dicho el hecho hay mucho trecho, si alguien se sienta a la par mia en un bus y me entero que es un ex presidiaro, en la proxima parada me bajo...
Desgraciadamente, vivimos en un sub-mundo donde todo, absolutamente todo es infra-humano, aun de los que gozan de la luz del sol, del agua de lluvia, del aire que nos llena los pulmones, y de las flores que engalanan nuestra vista.
ResponderEliminarPero despues de eso, solo el vacio que aprisiona nuestros sueños.
Ciyu.
:(
Eliminar