Si Freud dijo que “el sexo está entre las orejas” y Francisco de Asís decía que el cuerpo es como un “asno seguidor” de la mente, y el filósofo norteamericano (todavía presente) Peter Kreeft sintetiza al respecto diciendo que “el jinete es el pensamiento”; yo creo que es el sexo el jinete de nuestra vida. Absolutamente todo gira en torno al sexo.
No hay un día en que no hablemos de sexo o siquiera pensemos en sexo. La publicidad, la televisión, la literatura y por donde le busquemos: siempre hay algo relacionado con el sexo.
A diferencia de quienes piensan que la sociedad actual está obsesionada con el sexo, yo estoy seguro que no se trata de una “obsesión”, si no de una revolución sexual que desde hace algún tiempo está sacudiendo a los sectores de la sociedad que pretenden menospreciarlo, ignorarlo o “sacramentarlo”.
En este sentido, hay una premisa que es muy difícil refutar y que yo apoyo con mucho entusiasmo: el sexo es natural e innato, por lo tanto debe ser visto como lo que es, algo totalmente inherente a nosotros.
En un libro de Peter Kreeft titulado “Cómo tomar decisiones” que me gusta parcialmente y considero muy bueno en su totalidad, el autor esboza tres filosofías actuales sobre el sexo: una que rechaza la materia y con ella al sexo (gnosticismo), otra es la que él llama y califica como moderna o filosofía del playboy a la que le atañe libertinaje sexual. Y la que él defiende como la mejor y equilibrada: la filosofía cristiana sobre el sexo.
Por mi parte, no me atrevería a decir que alguna de esas tres “filosofías actuales” sobre el sexo que distingue Kreeft sea la correcta o la que todos debemos seguir. Yo, en particular, me inclino por la revolución sexual de hoy. Refuto la filosofía cristiana sobre el sexo, ya muy conocida por todos nosotros.
Al respecto me complace mencionar algunos aspectos que la revolución sexual de hoy lleva consigo y que nos involucra a todos, en especial, los jóvenes y las nuevas generaciones como parte del cambio social.
No se trata de abolir las creencias ni la fe de nadie, simplemente, respetarnos como seres humanos naturales, individuales y sociales, dotados de un sexo que nos diferencia biológicamente; pero que no tiene por qué causar desigualdades en derechos u oportunidades.
Considero que desde hace mucho tiempo el sexo no debe ser gobernado por un rosario o una cruz; sin embargo no ha perdido el valor sagrado, pues sigue siéndolo para quienes lo disfrutan con responsabilidad y para quienes forma parte de la manera de aceptarse y permitirse el don de disfrutar la vida con todo aquello que la naturaleza nos dotó.
La revolución sexual de hoy promueve conductas saludables basadas en respeto. No podemos negarnos ni negarle a nadie la posibilidad de ser fiel a sus sentimientos, deseos y preferencias con respecto al sexo. No podemos permitir que alguien nos imponga que el sexo sólo es bueno dentro del matrimonio ni algo destinado únicamente a la procreación.
Hay quienes reducen la homosexualidad masculina o femenina a la práctica sexual, olvidando o ignorando el potencial afectivo que pueden llegar tener estas relaciones, y, aunque, este es un tema que merece ser abordado con profundidad, la revolución sexual de hoy no se tapa los ojos ante la diversidad sexual que ofrece la sociedad de nuestros días.
Porque el elixir para conseguir la armonía de la vida parece estar “trilladamente” (pensarán algunos) en aceptarnos a nosotros, a los demás y respetarnos mientras razonamos y nos entendemos mirando los hechos, evidencias y argumentos que la historia y la sociedad misma nos ofrece. Esta es la revolución sexual de hoy.
Felicidades por la nueva imagen de tu blog, esta muy atrayente, me alegro que vayas mejorando el look.
ResponderEliminarTus articulos son muy instructivos, me gustan.
Tenia unos comentarios en torno al escrito que publicaste en la seccion de opinion del Nuevo Diario relacionado a Ruben Dario, desafortunadamente trate de hacertelos llegar en tu blog pero se me hizo imposible penetrar el anillo de seguridad para los comentarios.
Saludos y muy de vez en cuando por aqui andare, por el momento estoy agregando tu blog a mis favoritos.
ME 109 CITO
Interesante tu punto de vista, y si
ResponderEliminar, muy cierto, el sexo es algo natural, normal, aunque yo soy catolico y tu sabra la opinion de mi confesion al respecto, mi mente esta un poco mas abierta a revoluciones como esa, el ser humano esta en pleno cambio aun, por el sexo es algo que tambien merece respeto, es injusto que algunos sectores demasiado radicales lo degeneren...
Hola Mi estimado, y felicidades por exponer su valioso punto de vista con respecto al sexo.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho su posiciòn al respecto, si embargo le animarìa a visualizar màs allà del sexo, la sexualidad humana; que involucra la amalgama de sentimientos y afectos a la cual se refiere.
Completamente de acuerdo con que el sexo es un tema que a diario se habla o se practica; pero al referirnos a la sexualidad, es un tema del cual nos queda toda una vida por experiemntar y vivir, y del cual no podemos estandarizar teorìs ni filosofìas al respecto,ya que de la misma manera que cada uno es ùnico, la sexualidad es ùnica.
Reitero mis felicitaciones por sus aportes.