¿Cuáles son
mis raíces? ¿Mi mama? ¿Mi papa? ¿A qué se refiere la gente cuando dice “estas
son mis raíces”? ¿Son acaso palpables como las del ceibo? ¿Qué son las raíces
de un humano? ¿Puedo elegirlas aleatoriamente? ¿Habla mi rostro de mis raíces?
¿Qué significaría encontrarlas? ¿Cambiaría mi vida? Qué tal si las sé, si las
adivino y reconozco en cada paso, en cada vez que me desenredo frente al espejo
y busco en mí la belleza renegada-negada. Qué tal si la sé pero no me dan ganas
de nombrarlas porque no quiero jugar al juego de que las encuentro, ese juego
de blancos aburridos.Qué tal si te digo que sé que mis raíces son ese paraíso
que me arrebataste para siempre.
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