miércoles, 25 de abril de 2018

Cuando el Norte sigue siendo el Sur


A veces las montañas parecen arder de abajo hacia arriba sin apagarse.
Fede es el compañero perfecto, hablamos cuando queremos y nuestros silencios son cómodos como una brisa.
Acá también las montañas se encogen de noche y solo somos la calle, nosotros, el cielo forrado de estrellas.
Fede es el mejor compañero, sabemos cuándo es bueno para ir por una cerveza.
A veces, Tílcara, Maimará, Purmamarca… Montañas y cerros policromáticos, unos campos de hortalizas, dos gatitas, un par de perras.
Carli y la Gis, eternos amigos óptimos. ¿Encendemos un porro y vamos prendiendo el fuego?
Nos veremos en el sol. Allá donde las montañas también se encogen de noche. 



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