domingo, 11 de septiembre de 2016

Apuntes sobre ayer y la noche pasada


Después de lavar los platos y limpiar la cocina recibí un mensaje en facebook de Daniel. Me saludaba. Se generó una conversación en la que nos planteamos  un encuentro rápido, entonces, me propuso ir a tomar algo y quedarme a dormir con él. Yo no lo pensé mucho y le dije que sí.  Hablé un par de boludeces con las chicas de la casa y me puse a empacar un suéter, calzoncillos, mi cepillo y crema dental en la mochila. 

Salí de casa. Quedamos de encontrarnos en Patio Olmos. Me demoré unos quince minutos en llegar. Lo vi desde lejos, inmediatamente, al desembocar en la plaza donde bailan tango los domingos. Llevaba una camisa blanca, pantalones negros,  una mochila y un par de camperas en la mano derecha. Veía ansiosamente su reloj de pulsera y hacia varias direcciones como buscándome.

 Mientras, yo esperaba que el semáforo me diera el cambio de color para pasar hacia su vereda. Lo noté tan ansioso que temí que se fuera, entonces, alcé las manos para que me viera y aguardara. Me vio, sonrió, cambió el semáforo y crucé. Nos fuimos caminando hasta su casa en Nueva Córdoba. En el camino surgió el plan de comprar unas cervezas y tomarlas en casa. 

Llegamos a casa, dejamos los abrigos y salimos a buscar la cerveza a la despensa de la esquina. Todo el tiempo nos chapamos y jugamos con conversaciones y preguntas tontas.  Cuando esperaba a abrir el portón principal me alzó en sus hombros y me reí tanto como nunca antes. Era una risa nerviosa y avergonzada. Es raro estar horizontal como una rama en los hombros de alguien por una cuadra.  Cuando la señora que atendía la despensa nos vio también se rio en complicidad con él... 

Regresamos a casa con la cerveza, fuimos a su habitación y tomamos y conversamos mucho por largo rato.  Puso música en mi celular hasta quedarnos dormidos. Daniel tiene un cuerpo impresionante. Cuando sonríe todo él es hermoso.  Y ahí mientras me dormía a su lado, por esa vieja costumbre de pensar antes de dormir, pensé en lo bonito que es que el tiempo pase, de cualquier manera.

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