En el living del hostel hay un francés, un alemán y
un argentino que parecen haber llegado muchas semanas antes que yo, pues están
compartiendo entre risas una cena y un vino. Hablan español y se ríen mucho. Yo
todavía con la ropa del viaje me dispongo a buscar dónde llega la señal más
fuerte del router acercándome a la sala, para avisar que estoy vivo, (que no es
lo mismo que estar bien, me digo sarcástico). Pienso en lo agotador que es
andar con maletas pesadas, porque todavía no aprendo a que no se viaja
acumulando recuerdos con pruebas materiales. Viajar al final es dar y recibir
algo que no te puedes esconder en una maleta.
jueves, 30 de junio de 2022
Perdido en las páginas de un diario de viaje
domingo, 12 de junio de 2022
.
Eucalíptos llameantes
doblándose por la lluvia de mayo
aferrados a la tierra envenenada
de agroquímicos como nosotros nos
aferramos a una existencia
de palabras inútiles y ruido
Vivir en sueños rancios de quien pensó
que un buen hombre coge con putas
y va misa con su mujer los domingos
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