Una primera imagen. Un primer momento. El agua,
vos y yo. El mar. Nunca he entrado al mar, es la primera vez y en tres semanas cumpliré
12 años. Nunca lo había visto tan cerca. Vos tampoco, pero a diferencia de
mi, vos no tenés miedo de esa infinidad de agua. Salís corriendo… corrés y
corrés sin camisa, casi puedo sentir cómo se queman tus pies en la arena blanca
y caliente. Yo me apuro. Me da pudor
quitarme la camisa, luego el pantalón, pero me desnudo: solo con el diminuto
short de baño… Corro descalzo hasta el borde húmedo. Se me escapan sonrisas
nerviosas todo el tiempo. Te me quedás viendo desde adentro, con agua al pecho
y brazos hacia arriba, invitándome a entrar rápido a la humedad divertida…
Transcurren segundos, quizá minutos. Aun lo pienso. La estoy pensando. Puedo
sentir cómo mi suelo se mueve… se desmorona, pero quiero estar con vos y me
lanzo al agua. Estoy nadando con miedo, pero con ganas de vencerlo para estar con
vos en ese piélago. Lo estoy haciendo.
Saboreo la sal y busco abrazarte en un intento proxémico de decirte: ¡Estoy aquí, llegué, lo
hice! Y estallan risas en un aparente chapoteo infinito.
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Zander Hodgson by Ian Cole/ Homophotography |