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Captura de pantalla de mi muro. Publicación custionada por algunas personas a través de inbox. |
¿Realidad o virtualidad? Cuánta gente cree que una
es lo mismo que la otra, que una es superior a la otra, que una es real y que
la otra no. Y la verdad es que yo tampoco puedo decir nada al respecto pues las
redes sociales e internet en sí vuelven la experiencia comunicativa en algo
sumamente personal y único.
Esta experiencia comunicativa va desde el
anonimato hasta una identidad que bien pudiera ser la real y/o ficticia. Pero
quiero que pensemos en esto: “nos hemos ido a vivir a las redes sociales” y la
comunicación horizontal nos favorece aglutinándonos desde nuestras comunidades
de amigos, pasando por organizaciones, grupos de trabajo y demás para enviar
mensajes masivos, colectivos o personales a quienes ostentan el poder, llámese
mediático, político, económico o a todos
sin excepción.
Sin embargo, como en todo sistema comunicativo,
las redes propician nuevos mecanismos de censura. Y aquí quiero hacer alusión a
algo que me ha pasado y he venido observando en facebook. ¿Qué onda con aquella gente que cinco minutos
después de que nosotros publicamos un estado, ellos nos envían un mensaje
privado ofendiéndonos, preguntándonos por qué lo hacemos? En otras palabras:
fallidos intentos de censura o “hacernos sentir mal” por lo que publicamos.
Y no les hablo de publicaciones superfluas; si no
de publicaciones relacionadas con temas coyunturales y de sumo interés
colectivo como la reforma a la Ley 779, las tarjetas TUC o un comentario sobre
una noticia en particular.
Hace unas semanas, por ejemplo, yo compartía una
caricatura de Molina (ver captura arriba) y le añadía mi comentario sobre la pretendida “Unidad por
la democracia”, el doble discurso del sector político partidario y el pro-derechos humanos. Y créanme que mi
mayor sorpresa fue encontrar a gente que se sintió directamente aludida
expresándome su rechazo a través de mensajes privados. Aún cuando mi
publicación era bastante general.
Ahora bien. ¿Por qué un mensaje privado? ¿Por qué
no un comentario sobre el mismo estado de facebook que les molestó? ¿Será que si hablo de abusadores y violadores
sexuales en general, estos aparezcan identificándose enviándome un mensaje
privado? Diciéndome que “se los diga en su cara”.
En definitiva, les cuesta trabajo entender que los
medios han cambiado. Que no pueden controlar lo que pensamos de estos “líderes
políticos” “Partidos” “defensores de derechos humanos”. La forma en que ellos
se proyectan en los medios tradicionales como grandes “héroes” y “heroínas”
“salvadores del pueblo” “salvadoras de las mujeres” “salvadores de los niños”
ya no es la ley. Nunca ha sido.
Lo que pasa
ahora es que el debate y la verdadera lucha ciudadana y política se está
gestando con fuerza en las redes sociales. ¿Virtualidad o realidad? Ambas son
importantes. Que ellos crean que les creemos es su problema, lo que pensamos de
ellos se discute a diario en nuestras redes sociales. Y que nos intenten
censurar es otro acto más de ignominia ante este fenómeno comunicativo que se
les sale de las manos. No es su emisora, no es su programa de tv, no es su
revista, no es su organización, casa o negocio. Es nuestro facebook y ahí
mandamos nosotros. Deberían creer más en el poder que tienen las redes.
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Y así di por cerrado mi discusión con gente diosificada que no oye a mortales como yo. ¿Qué tal? |